Desde que estalló el conflicto entre Rusia y Ucrania, los países de la Unión Europea (UE) se han centrado en reforzar la seguridad energética, pero parece que "romper" con el gas ruso no es fácil.
Para reducir su dependencia de la energía rusa, la UE ha adoptado numerosas medidas. (Fuente: Eurasia Review) |
Los esfuerzos de la Unión Europea (UE) por mejorar la seguridad energética son evidentes en muchos nuevos acuerdos sobre gas de los últimos años, especialmente con Estados Unidos y países de Oriente Medio.
La UE dividida
Mientras los líderes de la UE se preparan para cualquier posible acuerdode paz entre Moscú y Kiev, ha surgido una vez más la espinosa cuestión del futuro papel del gas ruso barato en el sistema energético europeo.
En diciembre de 2024, el nuevo Comisario de Energía de la UE, Dan Jorgensen, anunció que el bloque pondría fin a sus vínculos energéticos con Rusia en 2027. Sin embargo, muchos países de la UE están debatiendo si las ventas de gasoductos rusos a Europa deberían reiniciarse como parte de cualquier acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania.
Los partidarios afirman que la medida podría impulsar la competitividad económica del continente, ya que los precios del gas en Europa suelen ser entre tres y cuatro veces más altos que en Estados Unidos. Sin embargo, estas opiniones no han sido respaldadas por los líderes de los países bálticos, Polonia y Eslovenia.
Si bien algunos estados de la UE, incluidos Hungría, Eslovaquia y Bulgaria, podrían seguir aumentando significativamente su dependencia energética de Moscú, es probable que la mayoría de los líderes actuales de la UE se opongan a ello.
Incluso si el conflicto en Ucrania termina este año, es probable que se mantengan algunas sanciones de la UE contra Rusia. Antes del conflicto ruso-ucraniano, Occidente impuso sanciones contra Moscú por diversas razones, incluida la anexión de Crimea en 2014.
El telón de fondo de este acalorado debate es el importante cambio que los 27 miembros de la UE darán a partir de 2022 para alejarse de la dependencia energética de Rusia, aunque las importaciones de gas natural licuado de Rusia a Europa siguen siendo elevadas.
Un año después del conflicto en Ucrania, el consumo energético de la UE cambió tan rápidamente que Rusia ya no es el principal proveedor de gas del bloque: un cambio notable.
Los Estados miembros de la UE han sido más activos a la hora de afrontar el reto de diversificar su oferta hacia nuevas fuentes de energía. La estrategia RePowerEU se está implementando, en parte, mediante la expansión del uso de energías limpias y la reducción del consumo energético general. Esto ha ayudado a la UE, en ocasiones, a generar más electricidad a partir de fuentes eólicas y solares que de gas.
Sin embargo, aunque la UE quiere ampliar la producción de energía limpia, los volúmenes actuales todavía están muy por debajo de las necesidades del continente.
Esfuerzos para asegurar nuevos suministros de gas
Para reducir su dependencia de la energía rusa, la UE ha estado trabajando arduamente para asegurar una serie de nuevos acuerdos energéticos desde febrero de 2022. El Rastreador de Acuerdos Energéticos del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) muestra que los miembros del bloque están principalmente enfocados en asegurar nuevos suministros de gas como fuente de energía de transición en medio de una transición a largo plazo hacia la energía limpia.
Cabe destacar que alrededor del 45% de los aproximadamente 180 acuerdos que la UE y sus estados miembros han firmado desde 2022 están relacionados con el gas, incluido el gas natural licuado (GNL).
El país de la UE con más acuerdos fue Alemania, con 43, más del doble que Italia, que tuvo 21, y Hungría, con 20. Esto no sorprende, dado que Alemania es la mayor economía del bloque y el mayor importador de gas ruso antes del conflicto de Ucrania. Otros países con cifras de dos dígitos en nuevos acuerdos energéticos fueron Francia, Bulgaria y Grecia, cada uno con 10 acuerdos.
Los principales socios energéticos de la UE incluyen a Estados Unidos, con 35 acuerdos, y a los Emiratos Árabes Unidos (EAU), con 24.
El ascenso de Estados Unidos al tope de la lista se refleja en el aumento significativo de la cuota de GNL suministrada por Washington a la UE, mientras la administración Trump presiona a Europa para que compre más gas estadounidense para evitar posibles nuevos aranceles bajo su supervisión.
En este contexto, la pregunta es si el señor Trump apoyaría la importación de gas ruso en cualquier acuerdo de paz entre Moscú y Kiev, ya que eso iría en contra de los intereses de las exportaciones estadounidenses de GNL.
Ahora que Estados Unidos ha asumido el papel de principal proveedor de GNL a Europa, permitir el regreso del gas ruso dañaría su participación en el mercado y debilitaría la influencia de la primera economía del mundo .
Otro factor a tener en cuenta en este importante debate político es que la sólida diplomacia energética de Europa en los últimos años ha contribuido en gran medida a brindar seguridad energética al bloque.
Pero la política también complica la transición energética de la UE, que es clave para la ambición del bloque de ser la primera región en alcanzar cero emisiones netas para 2050. Esto se debe en parte a que la nueva infraestructura de gas en la que se ha invertido requerirá una visión de mediano a largo plazo para garantizar la rentabilidad.
Es evidente que los países de la UE tendrán que hacer mucho más para invertir en infraestructura de energía limpia si quieren descarbonizar de forma sostenible sus economías en los próximos años cruciales.
En el contexto de la actual crisis energética, los esfuerzos de la UE por asegurar nuevos suministros de gas son encomiables a pesar de los numerosos desafíos externos e internos, y la hoja de ruta a largo plazo para la transición a la energía verde también son factores importantes que determinan el futuro energético de la UE.
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Fuente: https://baoquocte.vn/bai-toan-an-ninh-nang-luong-cung-cuoc-chia-tay-giang-xe-giua-eu-va-khi-dot-nga-303675.html
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