De vez en cuando, veo a alguna celebridad pidiendo ayuda en el periódico. Dicen que no tienen dinero para vivir, ni para alquilar una casa, y que tienen que trabajar duro para sobrevivir. Claro, no son estrellas de primera fila, pero aun así sorprenden a muchos espectadores. ¿Puede una estrella ser tan trágica?

Por otro lado, también hay escándalos sonados, cuyo principal motivo es acusar a la "estrella" de padecer de "enfermedad de la fama" y de exigir precios desorbitados. En ese momento, la opinión pública está desconcertada. ¿Acaso resulta que, en la cima de la fama, se puede asistir a eventos durante 5 o 10 minutos y ganar tanto dinero como una persona normal en décadas?

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Pero la vida siempre tiene excepciones. Ese es el caso del cantante Phan Dinh Tung.

Aunque prácticamente ha desaparecido del mundo del espectáculo, muchos se sorprenderán al saber que este cantante, prácticamente sin hacer nada, gana casi 4 mil millones de VND al año con una sola canción, "Happy Birthday Song", que se convirtió en un himno nacional. Tras casi ocho años desde su lanzamiento en YouTube, la canción cuenta con más de 259 millones de reproducciones y sigue sumando.

Otro caso es el del músico Nguyen Van Chung con la canción «El diario de mi madre». Se estima que sus ingresos anuales, solo de fuentes contabilizables, ascienden a 2 mil millones de VND. Otras fuentes, como la venta de derechos de autor a países extranjeros y su uso en eventos para clientes, marcas, empresas y otros eventos comerciales, podrían generar ingresos aún mayores.

El punto en común en las historias de Phan Dinh Tung y Nguyen Van Chung es que poseen un tipo de activo digital que tiene "múltiples usos".

La reutilización siempre ha sido un anhelo de los creadores de contenido en internet, tanto profesionales como aficionados. Cada día se crean miles de millones de contenidos nuevos, pero solo unos pocos atraen audiencia; menos aún generan ingresos, y menos aún de forma constante. Esto solo es posible si el contenido es reutilizable, algo de lo que los medios tradicionales prácticamente carecen.

La transición de la escritura y publicación en canales tradicionales al entorno de internet ha presentado dificultades para generar ingresos, ya que la fuente de financiación depende en gran medida de la publicidad. La publicidad, obviamente, proviene del tráfico web (número de visitas, visualizaciones de vídeo y lecturas). Y el tráfico depende demasiado de la presión de la prensa por actualizar la información y publicar noticias continuamente.

Según mi observación, la información en la prensa prácticamente no tiene capacidad de reutilización. Incluso la posibilidad de desecharla se ve ferozmente amenazada por las plataformas de redes sociales y los sitios web "parásitos".

En ese contexto, el modelo de podcasts y/o programas en plataformas de internet puede resultar más prometedor. Algunos periódicos han abierto secciones de podcasts que no se centran en la actualidad, sino que ofrecen temas de interés general como el análisis de casos, la resolución de misterios, consejos amorosos, etc.

Algunos periodistas también se suman a la carrera por convertirse en creadores de contenido con sus propios canales. Ejemplos típicos son Tran Quoc Khanh con Quoc Khanh Show y Vietsucess; Thuy Minh con el podcast Vietcetara y Have a sip; o la periodista Kim Hanh con 5 Minutes of Market Talk.

Ya sea por casualidad o intencionalmente, estos canales de podcasts tienen un carácter multiuso. Es decir, ofrecen a sus creadores la oportunidad de generar ingresos publicitarios de forma acumulativa. Cuantos más podcasts haya, más antiguos sean, más visualizaciones tengan y, por consiguiente, mayores sean los ingresos.

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Pero a diferencia de las historias de Phan Dinh Tung o Nguyen Van Chung, los canales de podcasts que mencionamos no tienen un gran número de visualizaciones. Incluso con la participación de estrellas del entretenimiento o influencers, estos podcasts suelen alcanzar un máximo de un millón de visualizaciones. El resto, en promedio, ronda las 100.000 a 200.000 visualizaciones por vídeo. Si dependieran únicamente de la publicidad, la inversión en producción sería incluso mayor que los ingresos publicitarios.

Pero este modelo de podcast resalta la personalidad del presentador. En términos mediáticos, ayuda a los creadores de podcasts a construir su marca personal. Es decir, además de obtener ingresos, que pueden considerarse un ingreso extra, los canales de podcasts ayudan a personas como Tran Quoc Khanh, Thuy Minh o la periodista Kim Hanh a convertirse en líderes de opinión clave e influencers. Y pueden ganar mucho dinero gracias a esta posición.

Los ingresos de los KOL provienen de la publicidad vinculada a su reputación personal, la asistencia a eventos, las ponencias, la publicación de libros y la venta de otros productos y servicios, dependiendo de su nivel de popularidad, su ámbito de especialización y su reputación. Es difícil dar una estimación porque hay demasiadas variables, pero ganar alrededor de 1.000 millones de VND no es difícil si el creador del podcast está dispuesto a trabajar duro.

Pero, al fin y al cabo, esos ingresos siguen siendo del periodista. En teoría, pueden aprovechar las ventajas de ser periodistas, y también de la agencia de prensa donde trabajan, para impulsar su marca personal. Sin embargo, las redacciones rara vez plantean la cuestión de obtener ingresos de este tipo de canales de podcasts.

En la era del auge de las redes sociales, el contenido breve y la tendencia a la comunicación a través de influencers, considero que el modelo que combina periodismo y líderes de opinión clave (KOL) es fundamental y muy viable. En lugar de limitarse a diversificar el contenido y el formato, ofreciendo productos para obtener ingresos publicitarios, los periódicos pueden colaborar estrechamente con periodistas talentosos, capaces y apasionados para crear las condiciones que les permitan desarrollar su marca personal y, posteriormente, generar ingresos a partir de ella.

En ese momento, la prensa tendrá un "terreno potencial" para aumentar sus ingresos, pasar de tener que competir con las redes sociales a un modelo simbiótico de desarrollo sostenible, reducir la presión informativa y contar con una fuente de ingresos estable gracias al "uso múltiple".