Nepal, con el Himalaya cubriendo el 15% de su superficie, alberga ocho de los 14 picos del mundo que superan los 8.000 metros. El Foro Económico de Nepal considera el montañismo un negocio importante, que genera ingresos muy necesarios. En los últimos años, cada temporada de escalada, de marzo a mayo, Nepal ha ingresado casi 6 millones de dólares en tasas de permisos de escalada, de los cuales unos 5 millones provinieron del Everest, lo que ha generado más de 500.000 empleos en todo el país, según Nikkei Asia.

Con la temporada de escalada de primavera de 2025 a punto de finalizar, Nepal ha puesto en marcha una serie de reformas en su normativa para el Everest que muchos expertos consideran un punto de inflexión. Según la Ley de Turismo Integrado, quien desee escalar el Everest deberá demostrar haber escalado previamente un pico en Nepal por encima de los 7000 metros, un requisito que, según los expertos, ayudará a descartar a quienes tengan dinero pero no la habilidad necesaria. Además de demostrar que tienen la aptitud física suficiente para escalar a altitudes extremas, los escaladores deberán contratar a un guía nepalí.
Posteriormente, a partir de la temporada de escalada de 2026, la tarifa de escalada de primavera (marzo-mayo), que ha sido de 11 000 dólares durante muchos años, aumentará a 15 000 dólares, lo que representa un incremento del 36 %. Las tarifas de escalada de otoño e invierno/monzón también se ajustarán en consecuencia. La protección salarial, el seguro y la prioridad de contratar guías nepalíes locales fortalecerán los derechos de la minoría sherpa, los mejores montañeros conocidos como los «guardianes del Himalaya», según el Kathmandu Post. El aumento de las tarifas refleja mejor las necesidades de personal, rescate, medio ambiente e infraestructura que el país debe mantener para mejorar la infraestructura en la región de Khumbu.
Otro grave problema es el medio ambiente, ya que la montaña acumula toneladas de residuos tras cada temporada de escalada. Según National Geographic, cada escalador produce una media de 8 kg de residuos, la mayoría de los cuales se dejan en la montaña. Tras la temporada de escalada de 2024, un equipo de escalada patrocinado por el gobierno nepalí limpió 11 toneladas de residuos, incluyendo tiendas de campaña viejas, envases de alimentos, bombonas de gas, tanques de oxígeno, mochilas para tiendas de campaña, cuerdas, etc. Por lo tanto, además de mejorar las condiciones y limitar el número de personas, el gobierno nepalí también ha implementado una serie de nuevas medidas para proteger el entorno del Everest. En consecuencia, la normativa exige que los escaladores lleven bolsas biodegradables para recoger los residuos, incluidos los humanos, y los lleven de vuelta al campamento de escalada (Campo Base del Everest).
Según la Asociación Internacional de Montañismo (UIAA), expertos internacionales consideran esta reforma como un paso valiente y necesario. El gobierno ha establecido requisitos más estrictos para proteger a los escaladores, mejorar los derechos de los trabajadores locales y preservar la belleza del entorno del Himalaya. El periódico Nikkei Asia comentó a finales de julio que Nepal está reconstruyendo el Everest de forma profesional, responsable y sostenible.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/buoc-ngoat-chuyen-huong-nganh-du-lich-everest-post806644.html
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