Comenzando el día con noticias de salud, los lectores también pueden leer más artículos: Médico comparte 7 principios dietéticos para personas con enfermedad renal; Efectos poco conocidos de la leche sobre la presión arterial alta ; ¿El estrés es contagioso?...
Las semillas pequeñas ayudan a reducir el azúcar en sangre y el colesterol alto.
Las semillas de chía son ricas en ácidos grasos omega-3 cardiosaludables, diversos aminoácidos y una excelente fuente de proteínas y fibra. Son un refrigerio energético que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
La Dra. Abhilasha, nutricionista clínica de la India, afirmó que las semillas de chía se han popularizado como superalimento debido a sus increíbles beneficios:
Mejora los niveles de azúcar en sangre. El alto contenido de fibra y proteína de las semillas de chía puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
Las semillas de chía ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre.
Los estudios demuestran que la fibra de las semillas de chía puede ralentizar la digestión, prevenir picos de azúcar en sangre después de comer, ayudar a reducir la resistencia a la insulina y mejorar los niveles de azúcar en sangre, reduciendo el riesgo de síndrome metabólico y diabetes tipo 2.
Reduce el colesterol, es bueno para el corazón. Las semillas de chía pueden ayudar a reducir el colesterol malo LDL gracias a su alto contenido de fibra soluble y ácidos grasos omega-3 (ALA).
Las semillas de chía contienen fibra soluble que puede ayudar a reducir el colesterol total y el colesterol malo, previniendo así el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas.
Los investigadores están particularmente interesados en el alto contenido de ácido alfa-linolénico (ALA) de las semillas de chía. El 60 % del aceite de las semillas de chía proviene de estos ácidos grasos. Las investigaciones han demostrado que los ácidos grasos omega-3 tienen efectos positivos en el sistema cardiovascular, desde la reducción del colesterol, la regulación de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, la prevención de coágulos sanguíneos y la reducción de la inflamación. Los lectores pueden leer más sobre este artículo en la página de salud el 24 de octubre .
Efectos poco conocidos de la leche sobre la presión arterial alta
La leche es conocida por su rico contenido nutricional, especialmente calcio, que beneficia la salud ósea. Además, contiene muchos otros nutrientes beneficiosos para las personas con presión arterial alta.
La hipertensión arterial se produce cuando la presión en las paredes arteriales es demasiado alta y sobrecarga el corazón. Si no se trata, esta afección aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
Beber leche con moderación puede ayudar a mejorar la presión arterial alta.
El riesgo de hipertensión arterial aumenta con la edad, el aumento de peso, el tabaquismo, los antecedentes familiares de hipertensión y la falta de ejercicio regular. La dieta también influye en la hipertensión, especialmente en personas con un consumo elevado de sal y deficiencia de potasio. Por ello, la Asociación Americana del Corazón recomienda que las personas con hipertensión arterial añadan potasio a su dieta diaria.
El potasio ayuda a equilibrar los niveles de sodio en el cuerpo y reduce la presión arterial. Se recomienda que los hombres consuman 3400 mg de potasio al día, mientras que las mujeres deben consumir 2600 mg de potasio al día. Entre los alimentos ricos en potasio se encuentran el plátano, la batata, el pescado y la leche.
Además de su alto contenido de calcio, la leche también contiene electrolitos como el potasio y el magnesio. Estos minerales ayudan a regular la presión arterial. En promedio, un vaso de leche baja en grasa contiene aproximadamente 390 mg de potasio y 30 mg de magnesio. El próximo artículo de este artículo se publicará en la página de salud el 24 de octubre.
¿El estrés es contagioso?
Ya sea en el trabajo o en una reunión familiar, suele haber una persona que influye considerablemente en el estado de ánimo del grupo. En una familia, puede ser el padre; en el trabajo, suele ser el gerente o el líder del equipo. Si esta persona está estresada o se enoja con facilidad, el estrés se contagiará a quienes la rodean.
En un entorno laboral, el ambiente puede depender en gran medida del gerente. Si el jefe tiene un mal día, sus expresiones faciales o su comportamiento desagradable pueden propagar la tensión.
El estrés puede ser contagioso.
Los psicólogos lo llaman "contagio emocional". Tendemos a percibir las emociones y comportamientos de quienes nos rodean. Si alguien está feliz, es probable que nos sintamos mejor a su lado. Por el contrario, si alguien está estresado, esto puede afectar el estrés de quienes lo rodean.
En el trabajo, este estrés contagioso puede afectar el estado de ánimo y reducir la productividad. Al fin y al cabo, la mayoría preferimos trabajar con personas que no nos incomoden ni nos estresen. Debido a estos efectos, los líderes de las organizaciones deben ser especialmente conscientes de su estrés, pensamientos y comportamientos. ¡Empieza el día con noticias de salud para leer más sobre este artículo!
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