Por favor, distingan con calma entre el bien y el mal, traten a los profesores con justicia y desaten cada nudo, liberen la presión invisible que rodea a los profesores.
Las recientes señales positivas relacionadas con la profesión docente han alegrado a los profesores. Sin embargo, en realidad, siguen enfrentando mucha presión. Necesitan aliviarla, por ejemplo, reduciendo el papeleo innecesario, eliminando la presión de las oposiciones y liberándolos de la tarea de cobrar las cuotas escolares.
Según el lector Thanh Nguyen, profesor de instituto, un profesor debe ser feliz para impartir clases alegres y formar generaciones de alumnos felices.
Lo siguiente es una aportación de este lector, enviada a Tuoi Tre Online .
Si quieres una escuela feliz, no te olvides de los profesores.
En los últimos años, el sector educativo ha recibido buenas noticias durante el periodo de admisión: las puntuaciones de referencia para muchas carreras de pedagogía se han disparado. Mucha gente se alegra porque la posición de los docentes se ha mantenido y se sigue manteniendo y fomentando.
Esa señal positiva es el dulce fruto de una serie de decisiones de diversos sectores para revitalizar las escuelas de formación docente después de un largo período de "depreciación" debido al auge de las profesiones "de moda".
Esa es la política de matrícula gratuita y apoyo para los gastos de manutención de los estudiantes de educación, la política de asignar puestos de trabajo pedagógicos para garantizar la productividad después de la graduación, y una serie de políticas para "desatar" la presión sobre los profesores...
La educación siempre ha sido considerada la principal política nacional. Mejorar la situación del profesorado para retener a los mejores y atraer talento a la docencia es la noble aspiración de muchos comprometidos con la educación del país.
La expresión "escuela feliz" se menciona cada vez más, despertando en los corazones de las personas una hermosa imagen de un entorno escolar seguro, amigable, divertido, dinámico y creativo.
Algunos indicios alentadores han generado esperanza de cambios positivos: la reducción del papeleo innecesario, la revisión de las competiciones estresantes, la liberación de los profesores de la tarea de cobrar las cuotas escolares…
Y si queréis una escuela feliz, ¡no os olvidéis de los profesores!
Los profesores deben sentirse felices para impartir clases que generen alegría y formar generaciones de estudiantes felices.
Todavía existen presiones en torno a los docentes.
Sin embargo, cuando nos reunimos y escuchamos las confidencias de muchos maestros que hoy asumen la tarea de sembrar semillas, nos entristece pensar en las presiones invisibles que aún rodean el atril de tiza blanca.
La presión de una enseñanza en constante cambio ya es abrumadora; a eso hay que añadirle una miríada de tareas urgentes.
La presión que ejercen las cifras y los objetivos impuestos a los logros, como el porcentaje de alumnos buenos y excelentes, el número de medallas para alumnos superdotados, el porcentaje de alumnos que aprueban los exámenes de graduación, el número de premios a la excelencia estudiantil en materias culturales... sigue empujando a profesores y alumnos a una carrera interminable de repaso, resolución de problemas, realización de exámenes, revisión de objetivos, evaluación de logros, lecciones aprendidas y soluciones.
Y la mayor presión probablemente reside en las expectativas de los padres que desean un desarrollo integral para sus hijos. Sin embargo, en lo que respecta a la metodología educativa, a veces la escuela y la familia no logran congeniar.
Enviar a los niños a la escuela con el mensaje "Cuento contigo para todo" es una experiencia que muchos padres, sin comprender completamente el contexto ni discernir entre lo correcto y lo incorrecto, se limitan a escuchar una sola versión de sus hijos y rápidamente insultan al profesor.
La reprimenda se dirigió directamente al profesor en el estrado, delante de los alumnos, y se publicó en las redes sociales.
Cada profesión tiene sus propias presiones ocultas, pero ¿acaso es exagerado decir que la docencia siempre se encuentra entre las más estresadas? Las estadísticas sobre la renuncia de docentes en los últimos años son desalentadoras...
Por eso los profesores necesitan empatía más que cualquier otra cosa.
En cuanto a los padres y la opinión pública, por favor, distingan con calma entre lo correcto y lo incorrecto, entre lo correcto y lo incorrecto, y traten a los profesores con justicia.
Realmente espero que los padres y los sectores relacionados reconozcan plenamente los obstáculos que dificultan la carrera de "formación de personas", para desentrañar cada nudo y liberar la presión invisible que rodea a la profesión docente...
¡Crear un entorno pedagógico democrático, unido y cohesionado que permita a los docentes trabajar con tranquilidad, innovar libremente y expresar con audacia sus opiniones personales para contribuir a la mejora de la calidad de la educación es una necesidad urgente!
Fuente: https://tuoitre.vn/can-go-nut-that-ap-luc-vo-hinh-dang-bua-vay-nha-giao-20241023155511974.htm






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