La derrota por 0-1 ante Irak no sólo puso fin oficialmente al sueño de Indonesia de participar en el Mundial de 2026, sino que también estuvo rodeada de caos y vergüenza en las gradas.
Cuando el "Garuda" iba perdiendo en la segunda mitad, miles de aficionados indonesios no pudieron mantener la calma y lanzaron botellas, objetos contundentes e incluso bengalas al campo del King Abdullah Sport City (Arabia Saudita), provocando que el partido se interrumpiera en un ambiente tenso.

Todo comenzó después de que el delantero Ole Romeny cometiera una falta contra el defensa iraquí Tahseen. Mientras Tahseen yacía en el campo dolorido, muchos aficionados indonesios pensaron que el rival estaba perdiendo el tiempo y descargaron su ira lanzando objetos hacia la zona donde se encontraban los jugadores iraquíes.
El árbitro y las fuerzas de seguridad tuvieron que detener temporalmente el partido mientras los jugadores de ambos equipos intentaban limpiar la basura y calmar al público.
Las imágenes de botellas y trozos de plástico esparcidos por todo el campo se difundieron rápidamente en las redes sociales, provocando indignación en la comunidad futbolística asiática y empañando la imagen del fútbol del sudeste asiático.
Aunque Indonesia hizo su mejor esfuerzo, las acciones descontroladas de algunos fanáticos indonesios provocaron que la campaña de clasificación terminara en arrepentimiento y con una gran mancha en el espíritu deportivo .
Fuente: https://vietnamnet.vn/cdv-indonesia-khien-dong-nam-a-mat-mat-sau-tran-thua-iraq-2367640.html
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