Para salvar la vida del paciente, el Hospital E activó urgentemente el procedimiento de "alerta roja" en todo el hospital, movilizando a médicos de diversas especialidades, como cardiología, urgencias y cuidados intensivos, para coordinar la consulta y el tratamiento oportuno. Tras varios días de tratamiento intensivo, el paciente ha superado la fase crítica, se le ha retirado el respirador y está recuperando gradualmente la consciencia.
El paciente está recibiendo tratamiento en un centro médico . |
Según el historial médico, el 29 de julio de 2025, mientras entrenaba en el gimnasio, el paciente se desplomó repentinamente y perdió el conocimiento. El personal del gimnasio le practicó RCP y llamó al 115 para solicitar ayuda de emergencia.
Unos 15 minutos después, llegó el equipo de emergencias, continuó la RCP y aplicó tres descargas eléctricas para desfibrilar el corazón. Afortunadamente, el paciente recuperó el ritmo cardíaco. Fue trasladado rápidamente al Servicio de Urgencias del Hospital E a las 14:50 de ese mismo día.
Tan pronto como recibió la información del equipo de emergencias 115, el Hospital E activó el procedimiento de "alerta roja" con la participación de especialistas en urgencias, cardiovasculares y cuidados intensivos, todos concentrados en el Departamento de Emergencias para estar listos para recibir a los pacientes.
Al ingresar, el paciente se encontraba en coma profundo, con una puntuación en la Escala de Coma de Glasgow de tan solo 5 puntos y pupilas dilatadas. Fue intubado para ventilación mecánica, se le administraron sedantes y fármacos antiedema cerebral, y posteriormente fue trasladado al Servicio de Cuidados Intensivos y Antitoxicológicos de Medicina Interna para continuar su tratamiento.
La Dra. Nguyen Thi Ly, del Departamento de Medicina Interna, Cuidados Intensivos y Antiveneno, explicó que el estado del paciente era muy grave en ese momento, con mal pronóstico. Los médicos le recetaron hipotermia para proteger la función cerebral y aumentar su esperanza de vida.
Durante todo el tratamiento, el paciente permaneció en coma y conectado a un respirador, bajo estrecha vigilancia según el protocolo de hipotermia. Tres días después de finalizar el tratamiento, el paciente comenzó a recuperar la consciencia, ya no requirió vasopresores y pudo respirar por sí solo, por lo que se le retiró el tubo endotraqueal.
Al presenciar la recuperación del paciente día a día, todos los médicos y enfermeras del departamento están muy conmovidos y felices. Esta es la mayor recompensa para quienes cuidan y tratan a los pacientes, compartió el Dr. Ly.
Al explicar la técnica de hipotermia, el Dr. Ly explicó que se trata de un método que utiliza equipos y técnicas de enfriamiento para mantener la temperatura corporal del paciente entre 32 y 36 grados centígrados, dependiendo de cada caso.
Esta técnica ayuda a reducir el metabolismo celular, limitar el daño cerebral, reducir el edema, inhibir la inflamación y evitar que los oxidantes dañen las células cerebrales y otros órganos.
Sin embargo, para que este método sea más eficaz, la RCP in situ debe realizarse con rapidez y precisión. En este caso, el paciente tuvo la fortuna de recibir RCP y reanimación cardiopulmonar oportunas en el lugar, por lo que la probabilidad de recuperación fue mayor.
El Dr. Vu Van Ba, del Departamento de Cardiología de Adultos del Centro Cardiovascular del Hospital E, es uno de los médicos que participaron en la consulta. Determinó que el paciente podría presentar una arritmia ventricular peligrosa que le provocó un paro cardíaco repentino.
Una de las causas comunes en hombres jóvenes es la fibrilación ventricular idiopática. Este tipo de arritmia se produce cuando un paciente sufre un paro cardíaco sin que se observen daños evidentes en la estructura cardíaca, la enfermedad coronaria ni el metabolismo tras un conjunto completo de pruebas y diagnóstico por imagen.
Aunque se denomina “idiopática”, la medicina moderna ha identificado muchos mecanismos y factores subyacentes asociados con esta afección.
El Dr. Vu Van Ba agregó también que algunas arritmias peligrosas no tienen manifestaciones clínicas obvias pero pueden ser la causa de un paro cardíaco, incluido el síndrome de Brugada, el síndrome de QT largo, el síndrome de repolarización precoz o la miocardiopatía ventricular derecha.
Estas enfermedades están relacionadas principalmente con anomalías genéticas y sólo pueden detectarse de forma temprana mediante pruebas cardiovasculares.
En cuanto al tratamiento posterior, después de pasar la fase peligrosa, el paciente seguirá siendo examinado para detectar anomalías relacionadas con el sistema cardiovascular, neurológico o metabólico.
Se espera que antes del alta se le prescriba al paciente un desfibrilador cardioversor implantable (DCI) para prevenir el riesgo de muerte súbita por fibrilación ventricular idiopática.
Los médicos advierten que el paro cardíaco repentino puede ocurrir a cualquier edad y en ambos sexos. El ejercicio es necesario, pero debe realizarse según la condición física, la edad y la salud personal.
No hagas ejercicio en exceso, mantén un estilo de vida saludable, evita el estrés mental y lleva una dieta adecuada.
En particular, cuando hay síntomas inusuales como dolor en el pecho que dura más de 10 a 15 minutos, una sensación de dolor que causa dificultad para respirar, debe acudir inmediatamente a un centro médico con un especialista cardiovascular como el Hospital E para un examen y tratamiento oportunos.
Fuente: https://baodautu.vn/cuu-song-benh-nhan-ngung-tim-khi-dang-tap-gym-d349176.html
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