
Uno de los íconos culinarios locales más famosos es el rollo de queso, a menudo llamado en broma "sushi sureño". Se trata de suaves rebanadas de pan de molde untadas con una mezcla de queso cheddar rallado, leche condensada y cebolla picada. Tras enrollarlos firmemente, se asan a la parrilla hasta que el queso se derrite y desprende un delicioso aroma. Es un refrigerio ideal para un día frío, a menudo acompañado de sopa de calabaza o zanahorias cremosas.
Los buñuelos de pescadito blanco son un plato frito clásico elaborado con pequeños pescados blancos capturados en primavera. El pescado se mezcla con huevos, sal y pimienta y se fríe en mantequilla hasta que esté cocido. Servido con rodajas de limón y tostadas con mantequilla, este plato es la personificación de la simplicidad y la sofisticación.
El cordero de Otago es famoso por su tierno y rico sabor, gracias a su pastoreo en pastos limpios y naturales de las tierras altas. El cordero asado con hierbas autóctonas (aceite de oliva, ajo, romero, hojas de kawakawa) es un plato principal popular en las comidas familiares. Este plato se suele servir con patatas asadas y salsa de vino tinto de Central Otago.
Si de dulces se trata, el helado Hokey Pokey es una apuesta segura: un helado de vainilla mezclado con crujientes caramelos de azúcar y caramelo. Los caramelos Hokey Pokey se calientan con bicarbonato de sodio para crear espuma, luego se enfrían, se trituran y se mezclan con el helado antes de congelarlo. Cada pieza de helado se derrite, dejando un regusto rico y crujiente: un postre que evoca recuerdos de la infancia de generaciones de neozelandeses.
Finalmente, el crumble de fruta de Otago es la manera perfecta de celebrar la fruta de Central Otago. La fruta se corta en cubos, se mezcla con un poco de azúcar y jugo de limón, se coloca en una bandeja para hornear y se cubre con una mezcla de harina, avena, azúcar moreno y mantequilla. Horneado hasta que esté dorado y burbujeante por dentro, el crumble es delicioso servido caliente con helado o salsa de vainilla.
Dunedin no sigue las últimas tendencias culinarias, pero conserva su identidad en cada plato rústico. Ya seas visitante o local, un rollo de queso caliente o una cucharada de helado Hokey Pokey frío te harán sentir en el corazón del sur de Nueva Zelanda.
Fuente: https://hanoimoi.vn/dac-san-the-gioi-nhung-mon-an-dan-da-day-ban-sac-709521.html
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