La grasa no sólo es una de las principales fuentes de energía, sino que también ayuda a mantener la función endocrina, proteger las células, apoyar el sistema inmunológico y absorber vitaminas liposolubles como A, D, E, K, según el sitio web de salud Verywell Health (EE.UU.).
El salmón no sólo es rico en proteínas sino también en grasas beneficiosas.
Foto: AI
Cuando hay falta de grasa, el cuerpo puede presentar las siguientes señales de alerta:
Constantemente cansado
Sentirse cansado y sin energía es una señal de que el cuerpo no está consumiendo suficiente grasa. La grasa proporciona una rica fuente de energía, ayuda a mantener el sistema nervioso y muchas otras funciones.
En particular, los ácidos grasos omega-3 son esenciales para favorecer la función cerebral y reducir la inflamación. La deficiencia de omega-3 provoca fatiga, alteraciones del sueño y deterioro de la función cognitiva.
El dolor en las articulaciones también es un signo de deficiencia de grasa.
El dolor articular es otra consecuencia de la falta de grasas, especialmente de omega-3. Esto se debe a su función antiinflamatoria. Algunas investigaciones sugieren que la deficiencia de omega-3 puede provocar inflamación articular y aumentar el riesgo de artritis reumatoide.
susceptibles a los resfriados
La falta de grasas, especialmente de omega-3, también provoca otra afección: un sistema inmunitario debilitado. Una de las funciones importantes de los omega-3 es regular la respuesta inmunitaria. La falta de omega-3 reduce la capacidad de combatir bacterias y virus, haciéndonos más susceptibles a las enfermedades inflamatorias.
Piel seca y escamosa
El omega-3 ayuda a mantener la hidratación y elasticidad de la piel. La deficiencia de este nutriente puede causar piel seca, dermatitis y otros problemas cutáneos.
Para asegurar que el cuerpo obtenga suficientes grasas esenciales, es importante centrarse en fuentes de grasas saludables, como las monoinsaturadas y las poliinsaturadas.
Los alimentos ricos en grasas monoinsaturadas incluyen el aceite de oliva, el aguacate y frutos secos como las almendras y los anacardos. Por otro lado, las grasas poliinsaturadas, como los omega-3 y los omega-6, se encuentran en las semillas de lino, las semillas de chía, las nueces, el aceite de girasol, el aceite de soja y los pescados grasos como el salmón, la caballa y el atún, según Verywell Health .
Fuente: https://thanhnien.vn/dau-hieu-khi-co-the-thieu-chat-beo-185250601124524374.htm
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