Ven a la tierra del sol naciente para ver los cerezos en flor.

Aunque la temporada de floración de los cerezos es corta, todavía tiene tiempo de cubrir las ciudades y el campo con flores blancas y rosas puras, creando emociones pacíficas y memorables en los corazones de los visitantes.

Los turistas disfrutan tomando fotografías de los cerezos en flor.

Únete a las “fiestas hanami”

Hanami, que significa "observación de flores" en japonés, se usa a menudo para referirse a la cultura japonesa de disfrutar de los cerezos en flor, una tradición milenaria. Los japoneses cuentan con más de 70 términos para describir con precisión las diversas etapas y fenómenos culturales asociados con la temporada de los cerezos en flor. La aparición de los cerezos en flor marca el comienzo de un nuevo año escolar y fiscal en Japón, generalmente el 1 de abril de cada año.

Aunque los cerezos solo florecen durante una o dos semanas, los visitantes no se pierden la oportunidad de disfrutar de las flores, ya que florecen en diferentes regiones, según el clima y la geografía de cada lugar. Los cerezos suelen florecer primero en la isla meridional de Kyushu, en marzo, y se desplazan gradualmente hacia el norte, pasando por las regiones de Kansai y Kanto de Honshu, la isla más grande de Japón, a principios de abril. Si no puede venir en esta época, puede ver las flores en Tohoku, la región más septentrional de Honshu, a principios de mayo.

Cuando los cerezos florecen, todo se cubre de una belleza poética, como si fuera una pintura. Es la época en que los turistas acuden en masa a las zonas con muchos cerezos en flor, especialmente al Parque Yoyogi en la capital, Tokio. Cuando los cerezos están en plena floración, el parque no solo atrae a turistas, sino también a lugareños que aprovechan para concertar una cita para una "fiesta hanami". Van en pequeños grupos, se sientan bajo los cerezos en flor, los admiran mientras disfrutan de comida a la parrilla y beben sake. Mucha gente se queda al anochecer para contemplar los yozakura, los cerezos en flor iluminados por la noche.

Otro excelente lugar para contemplar los cerezos en flor es el Parque Hirosaki, en la prefectura de Aomori. Este espacio verde de 50 hectáreas alberga 2500 cerezos. Antaño, aquí se encontraba el Castillo Hirosaki, de 200 años de antigüedad. Se pueden ver los restos del antiguo castillo a través de las calles de mármol, los fosos y los pintorescos puentes arqueados.

Venir a Japón sin ver el monte Fuji es un gran error. Para una experiencia "dos en uno", los visitantes deberían visitar los Cinco Lagos del Fuji (cinco lagos ubicados a los pies del monte Fuji) en la prefectura de Yamanashi. Desde la antigua pagoda Chureito, elijan una ubicación ideal para contemplar el mar de cerezos en flor, de color rosa, contra el fondo azul oscuro del monte Fuji cubierto de nieve a lo lejos.

El Parque Maruyama de Kioto es considerado un lugar privilegiado para contemplar los cerezos en flor, con una gran variedad de experiencias. En el centro del parque se encuentra Gion Shidare-zakura, donde las geiko (geishas) actúan bajo el "cerezo llorón", símbolo del parque. El árbol alcanza los 10 metros de altura, con ramas repletas de flores que se inclinan con gracia hasta el suelo. Desde el anochecer hasta la medianoche, este es un escenario maravilloso con luces mágicas y representaciones de arte tradicional a cargo de talentosas geiko.

Experiencias que debes probar

Japón no solo es famoso por sus espectaculares paisajes naturales en todas las estaciones, sino que también es un país con una rica cultura, una combinación perfecta de tradición y modernidad. Por lo tanto, los visitantes deberían dedicar unos días a explorar la riqueza cultural del País del Sol Naciente.

Una de las experiencias más emocionantes es la emoción de ver combates de sumo en vivo. El sumo es un arte marcial tradicional con un gran significado cultural y religioso, y es el más antiguo del mundo, con sus orígenes en el período Nara (710-794). En Japón, se celebran seis eventos de sumo en vivo cada año, tres de los cuales tienen lugar en el Ryogoku Kokugikan, un estadio deportivo cubierto en Tokio, en enero, mayo y septiembre. Para ver los emocionantes combates en vivo, es recomendable reservar con antelación, ya que las entradas suelen agotarse rápidamente.

Tokio es un lugar ideal para explorar las artes con profundas tradiciones. Compra entradas para ver una obra de kabuki (danza-teatro) en el teatro Kabuki-za de Ginza, uno de los distritos más de moda de Tokio; disfruta de la cocina kaiseki presentada como una obra de arte; y asiste a una actuación de geishas en el casco antiguo de Asakusa.

La vida espiritual de los japoneses es extremadamente rica, como se refleja en el sistema de templos y pagodas presente en casi todas las localidades. Entre ellos, se encuentran numerosos templos con casi 1000 años de antigüedad, entre los que destaca el famoso y sagrado Templo Senso-ji, una atracción turística emblemática de Tokio. Si desea explorar los secretos del sintoísmo, le recomendamos visitar Shinto, el templo más grande de Tokio. Este lugar está aislado del mundo exterior; para llegar, los visitantes deben atravesar un largo sendero forestal. Los santuarios de madera se encuentran en un amplio recinto, rodeado de imponentes portones y jardines cubiertos de frondosos árboles.

Tras largos días de turismo y experiencias, es recomendable tomarse un tiempo para recuperar la salud descansando y relajándose en un ryokan (una casa de huéspedes con onsen, aguas termales). Este es un tipo de alojamiento tradicional exclusivo de Japón. Al entrar en un ryokan, el aroma de los colchones da la bienvenida a los visitantes.

Tatami de paja seca prensada o hierba Igusa ultrasuave, una taza de té caliente en la habitación o disfrutar del washoku, una cocina tradicional indígena declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Después, los visitantes pueden sumergirse cómodamente en las aguas termales que emanan del corazón del volcán para encontrar la sensación más relajante y reconfortante para el cuerpo.

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