Se considera que muchas películas con entradas agotadas presentan un contenido decaído a largo plazo, una narrativa anticuada e incluso son aburridas. Lo más preocupante es que un segmento del público va a ver películas vietnamitas solo para decepcionarse y luego empieza a burlarse de ellas en redes sociales, creando una tendencia negativa.
Éxito de la campaña mediática
En los últimos años, especialmente a principios de 2025, el mercado cinematográfico vietnamita ha experimentado una clara tendencia: cuantos más recursos tiene una película, más fácil es atraer al público. Las películas de entretenimiento puro dominan la taquilla con elementos clave como la comedia, la violencia, elementos espirituales o escenas sensuales para atraer al público. Esto no es incorrecto si se considera solo desde la perspectiva del mercado, pero ha generado un nivel de contenido distorsionado.
Por ejemplo, hay películas que han alcanzado los mayores ingresos en la historia del cine vietnamita, pero los espectadores reconocen fácilmente la fórmula habitual: un grupo de personajes "diferentes", diálogos llenos de redes sociales, situaciones absurdas pero elaboradamente escenificadas. No hay nada nuevo en el contenido, ni se explota la profundidad psicológica ni los conflictos internos, porque los productores creen comprender lo que el público general quiere y dedican todo su esfuerzo a ello, independientemente del principio de narrativa minimalista del cine.
Peor aún, el éxito de taquilla de estas películas hace que inversores y productores piensen que "dar con el buen gusto" es un triunfo. A partir de ahí, se crea un ciclo de inversión impulsado por las tendencias: se invierte en guiones fáciles de entender, fáciles de hacer, fáciles de vender entradas, fáciles de publicitar... mientras que las películas de arte, las películas históricas o las obras con tintes fuertes y ritmos sociales que requieren profundidad y compromiso quedan relegadas, e incluso tienen dificultades para llegar a las salas.
En redes sociales, muchos jóvenes comparten sus sentimientos: "Ver películas vietnamitas para enojarse", "Ir al cine para aliviar el estrés y luego volver... más estresado". Estos sentimientos no se deben necesariamente a que le dieron la espalda al cine nacional, sino a que confiaron y luego se decepcionaron. Los altos ingresos no pueden ser siempre la "corona" para encubrir las deficiencias en la calidad de los guiones, la actuación o la dirección. Esto plantea la pregunta, tanto para los directivos como para los expertos, de si el cine vietnamita se está desarrollando de forma sustancial y en la dirección correcta.
En diversos congresos y seminarios nacionales e internacionales sobre cine, expertos han explicado el fenómeno de la comercialización excesiva del cine vietnamita, con profundas raíces tanto en los cineastas como en el ecosistema cinematográfico circundante. En primer lugar, se debe a la falta de una formación sistemática y una clara orientación estética.
Muchos cineastas hoy en día provienen de otras profesiones, como medios de comunicación, marketing o simplemente tienen potencial financiero y desean probar suerte en el cine. Son buenos prediciendo el mercado y lanzando campañas mediáticas intensivas, pero no están bien formados en el lenguaje cinematográfico, que requiere pensamiento estructural, imágenes, ritmo y filosofía de vida. Como resultado, las películas suelen ser mediocres: grandiosas por fuera, vacías por dentro.
Además, es bastante común que los productores abrumen a los directores y al público a la hora de dar forma al contenido. En muchos proyectos, los directores son creativos y deben atender los objetivos de ingresos de los inversores. Cuando el contenido está en manos de quienes no priorizan el arte, la consecuencia inevitable son guiones fáciles, personajes unidimensionales y conflictos resueltos de forma insulsa u ofensiva. Además, cabe mencionar a una parte del público dominada por las redes sociales, los clips cortos y la tendencia de "cuanto más rápido, mejor", que influye, creando el hábito de ver películas sin comprender ni recordar. Por lo tanto, incluso películas con elementos históricos, humanísticos o experimentales son rechazadas. La falta de fundamentos y los gustos conservadores también se convierten en obstáculos que desalientan a los cineastas decentes.
En muchos países con industrias cinematográficas desarrolladas, el Estado y las organizaciones independientes desempeñan un papel rector financiando proyectos artísticos, organizando festivales de cine y desarrollando espacios de exhibición no comerciales. Vietnam necesita un ecosistema así.
Además, el sistema de crítica profesional no ha cumplido su papel a la hora de promover la calidad de las películas nacionales, mientras que las reseñas que se difunden en las redes sociales suelen ser emotivas, sesgadas o influenciadas por muchos factores, dejando al público sin una base profesional para evaluar adecuadamente una película que es verdaderamente exitosa en términos de ingresos y calidad.
El cine vietnamita vivió una época dorada con obras clásicas. Sin embargo, ese auge se vio interrumpido cuando el cine privado tomó el relevo, pero carecía de un sistema de valor de desarrollo estándar. Como resultado, la siguiente generación de cineastas no tuvo un legado sólido y, en ocasiones, se vio obligada a ceder ante el mercado para sobrevivir.
Potencial sin explotar
Vietnam posee un inmenso tesoro histórico y cultural que abarca miles de años, desde las dinastías que fundaron y defendieron el país, hasta periodos heroicos como: la guerra de resistencia contra el colonialismo francés, contra el imperialismo estadounidense, la renovación y protección de la soberanía nacional, la integración internacional... Sin embargo, el cine vietnamita actual casi ha dejado abierto este terreno potencial, o si se explota, es solo a nivel de... "de exhibición".
Hacer películas históricas es una auténtica guerra: altos costos (vestuario, decorados, efectos especiales, formación de actores), largos tiempos de producción y, sobre todo, altos riesgos en términos de ingresos. Mientras tanto, sin grandes fondos de apoyo ni garantías financieras provenientes de fondos cinematográficos independientes, los productores privados dudan y temen el fracaso. Además, muchos cineastas temen las interpretaciones históricas, por lo que muchos proyectos caen en una situación de seguridad que los hace insulsos.
Los críticos de cine afirman que una buena película histórica no tiene por qué ser necesariamente espectacular; lo más importante sigue siendo el guion. Sin embargo, el cine vietnamita no ha tenido la tradición de invertir mucho en guiones. Los proyectos suelen empezar con una idea y luego encuentran a alguien que "construya" la trama, por lo que la película resulta demasiado ilustrativa, carece de dramatismo cinematográfico y no consigue generar un impulso emocional.
A pesar de los numerosos obstáculos, en realidad, todavía existen proyectos cinematográficos políticos en Vietnam que han superado dificultades para alcanzar éxitos notables. El éxito de la película "Tunnel: Sun in the Dark" en 2025 marca un hito importante debido a la influencia de una película sobre la guerra y la revolución, hecha con auténtica pasión por el cine. La película no se basa en la ilustración ni en los clichés, sino que opta por un estilo narrativo cercano, sutil y humano. El público comprende que la guerra no se trata solo de bombas y balas, sino también de la tragedia del destino humano, un vacío silencioso en el alma. Narrar la historia a través de historias humanas es un enfoque que el cine mundial ha adoptado con éxito desde hace mucho tiempo. El atractivo de la película del director Bui Thac Chuyen demuestra que el público vietnamita está dispuesto a aceptar películas históricas, siempre que se cuenten con un lenguaje cinematográfico bien elaborado que llegue a la profundidad de las emociones.
Una generación de jóvenes directores como Bui Thac Chuyen, Phan Dang Di, Tran Thanh Huy, Nguyen Phan Quang Binh... muestra una selección relativamente consistente y sostenible, utilizando elementos históricos para explorar las emociones y la identidad cinematográfica. Además, muchos proyectos de cortometrajes, películas independientes e incluso películas escolares, también exploran discretamente la historia local, la cultura popular o personajes olvidados en el transcurso del tiempo.
No es difícil ver que los jóvenes tienen cada vez más la necesidad de explorar la historia de nuevas maneras. Leen novelas históricas, ven videoblogs sobre reliquias, se sumergen en videos de reconstrucciones y cosplay de personajes antiguos. El éxito de obras como la versión narrativa de "Dai Viet Su Ky Toan Thu", "Viet Su Giai Thoai" o los concursos históricos en redes sociales demuestra la vitalidad de la historia cuando se le insufla un aire nuevo y creativo. Si el cine sabe cómo aprovechar esta tendencia, se convertirá en una fuente de público fiel para las películas históricas elaboradas.
El Dr. Ngo Phuong Lan, presidente de la Asociación Vietnamita para la Promoción del Desarrollo Cinematográfico, afirmó que en el mercado internacional, muchas películas triunfan gracias a la combinación de elementos artísticos y de entretenimiento que atraen al público. Si se invierte en las obras nacionales en todos los aspectos, pueden conquistar por completo al público global. Sin embargo, para construir una industria cinematográfica, es necesaria la coordinación entre el Estado y el sector privado. En primer lugar, es necesario establecer un mecanismo razonable de reparto de beneficios para atraer la participación de los inversores y promover el desarrollo de la industria cinematográfica; contar con mecanismos que incentiven a los cineastas, como apoyo financiero, instalaciones, formación y desarrollo de jóvenes talentos, para inspirar la creación de obras de calidad no solo para el mercado nacional, sino también para el mercado internacional.
Obviamente, el cine vietnamita tiene suficiente potencial, pero necesita un mecanismo de gestión verdaderamente adecuado, eficaz y coordinado para alcanzarlo. Cuando sea capaz de satisfacer las necesidades tanto de los profesionales como del público en general, sin duda los ingresos y la calidad cinematográfica dejarán de ser inversamente proporcionales.
Fuente: https://nhandan.vn/dien-anh-viet-doanh-thu-chua-song-hanh-cung-chat-luong-post879520.html
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