Qin Gang, ex embajador en Estados Unidos antes de ser designado ministro de Asuntos Exteriores de China, dijo que la “modernización al estilo chino”, caracterizada por una gran población y “prosperidad común”, crearía “un potencial de crecimiento y una demanda de mercado sin precedentes”.
La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de China no proporcionó detalles de la discusión entre el CEO de Tesla, Elon Musk, y altos funcionarios de Beijing, pero citó a Qin Gang diciendo que el mercado de vehículos eléctricos del continente "tiene grandes perspectivas de desarrollo" y que el país continuará abriéndose, creando un entorno empresarial basado en la ley y brindando una mejor orientación para empresas extranjeras como Tesla.
En respuesta, Musk elogió al pueblo y los logros de China en los últimos tiempos, afirmando que Tesla se opone a la política de "disociación" y está lista para continuar expandiendo sus operaciones comerciales en el continente.
En reacción a la noticia, las acciones de la compañía de automóviles eléctricos subieron un 5% después de la apertura del mercado de valores el 30 de mayo, cotizando a 202,93 dólares por acción.
La reunión entre Elon Musk y Qin Gang se produce en medio de una disputa tecnológica entre las dos mayores economías del mundo que no da señales de amainar. El año pasado, Washington impuso amplias restricciones a la exportación de semiconductores y equipos clave para la fabricación de chips a China, una medida destinada a obstaculizar los esfuerzos de Pekín por impulsar su vital industria nacional.
En mayo, China anunció repentinamente que prohibiría a sus “operadores de infraestructura de información crítica” comprar productos de Micron, la mayor empresa de semiconductores de Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang, dijo que una relación “constructiva” entre los dos países beneficiaría a ambas partes y al mundo.
Por parte de Tesla, la reunión del 30 de mayo se celebra en un momento en que la compañía se enfrenta a una competencia cada vez más feroz y está enfrascada en una guerra de precios en el mercado chino. El fabricante de coches eléctricos ha estado recortando precios en China debido al difícil entorno macroeconómico.
China es el segundo mercado más grande de Tesla y, como era de esperar, Musk ha buscado mantener buenas relaciones con Beijing, prometiendo inversiones a largo plazo y elogiando los logros tecnológicos del continente.
La fábrica de automóviles más grande de Tesla está en Shanghái, y el mes pasado la compañía anunció planes para construir otra fábrica en la ciudad para producir baterías megapack.
(Según CNBC)
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