El mercado de criptomonedas ha experimentado una gran conmoción en los últimos días tras el histórico anuncio del presidente estadounidense Donald Trump sobre la creación de una reserva nacional de criptomonedas. Esta medida no solo disparó el precio del Bitcoin y las otras cuatro criptomonedas mencionadas por el Sr. Trump, sino que también generó interrogantes entre los inversores: ¿Quién está detrás de este ambicioso plan?

En numerosas ocasiones, se ha visto al Sr. Trump en el escenario con la sombra de Elon Musk detrás de él. Musk es un firme defensor de las criptomonedas y un símbolo de innovación. Estas dos figuras influyentes, cuyo poder trasciende las fronteras nacionales, podrían tener un impacto decisivo en una revolución financiera sin precedentes .

¿Elon Musk, el hombre detrás de la estrategia de criptomonedas de Trump?

Aunque tanto el presidente estadounidense Donald Trump como el multimillonario tecnológico Elon Musk son ahora firmes defensores de las criptomonedas, inicialmente su pensamiento era opuesto.

Durante su primer mandato (2017-2021), el Sr. Trump expresó dudas sobre las criptomonedas, calificando al Bitcoin de «estafa» y afirmando que afectaba el valor del dólar estadounidense. Sin embargo, su postura cambió significativamente durante la campaña electoral de 2024, aceptando donaciones en criptomonedas para su campaña y declarándose un candidato «amigable con las criptomonedas».

El señor Trump ha prometido impulsar la industria si es elegido, incluyendo la eliminación de regulaciones restrictivas y que todo el Bitcoin permanezca en manos del gobierno de Estados Unidos.

Este cambio coincidió con el fuerte apoyo que Trump recibió de Elon Musk, quien ha gastado más de 200 millones de dólares a través de un Super PAC para apoyar su reelección.

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El señor Donald Trump y Elon Musk. Foto: BTA

Mientras tanto, Elon Musk lleva tiempo involucrado en el mundo de las inversiones en criptomonedas. Desde sus tuits que sacudieron el mercado del Bitcoin hasta la acumulación de miles de millones de dólares en criptomonedas por parte de la compañía de coches eléctricos Tesla en 2021, Musk ha demostrado no solo ser un inversor, sino también un pionero en la integración de las criptomonedas en la práctica empresarial.

La convergencia entre Elon Musk y el Sr. Trump en el ámbito de las criptomonedas se hizo más evidente después de que el Sr. Trump ganara las elecciones en noviembre de 2024.

Trump nombró a Musk codirector del « Departamento de Eficiencia Gubernamental », un organismo asesor gubernamental externo que lleva el nombre de la criptomoneda favorita de Musk, Dogecoin. Esto provocó un fuerte repunte de Dogecoin, cuyo valor se duplicó con creces tras la victoria de Trump, reflejando las expectativas del mercado de que Musk podría influir en la política de criptomonedas durante la administración Trump.

Así que cuando Trump anunció sus planes para una reserva de moneda digital que incluye Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas importantes, muchos inevitablemente pensaron en la influencia de Musk. No es casualidad que, apenas unas horas después del anuncio de Trump, el multimillonario Musk también tuiteara sobre Dogecoin.

Prometiendo cambiar el equilibrio financiero mundial

Desde un punto de vista estratégico, Musk podría ser un asesor informal de Trump en la elaboración de este plan. Durante la campaña de 2024, Trump mencionó repetidamente la necesidad de que Estados Unidos liderara la tecnología blockchain, una opinión similar a la que Elon Musk ha expresado en conferencias tecnológicas.

Si Elon Musk está realmente involucrado en la configuración de las reservas de criptomonedas, su papel no solo será el de asesorar, sino también el de servir de puente entre la administración Trump y la comunidad tecnológica y de criptomonedas.

Otra prueba de la influencia de Elon Musk es la forma en que Trump se refirió a Bitcoin como «oro digital» en su discurso. El término recuerda las comparaciones que Musk hizo entre Bitcoin y el oro, demostrando su escasez y valor intrínseco.

Si Elon Musk realmente está detrás de esta idea, podría estar impulsando una estrategia a largo plazo: convertir la criptomoneda en un activo de reserva nacional no solo para Estados Unidos, sino también en un estándar global. Con su experiencia al frente de Tesla y SpaceX, Elon Musk sabe cómo usar la tecnología para revolucionar las industrias tradicionales. Esta vez, el sector financiero podría ser el próximo objetivo.

Al añadir la moneda digital a la reserva nacional de EE. UU., el Sr. Trump —con el apoyo de Elon Musk— podría convertir a EE. UU. en el centro de dos mundos: las finanzas tradicionales y las finanzas descentralizadas.

Con cientos de miles de bitcoins en circulación, Estados Unidos podría impulsar a grandes empresas como Tesla a aceptar criptomonedas en transacciones internacionales. Esto no solo aumentaría el valor de las criptomonedas, sino que también crearía un nuevo ecosistema financiero donde el dólar estadounidense y el bitcoin coexistirían como instrumentos poderosos.

Gracias a la influencia de Elon Musk en la industria tecnológica, empresas como SpaceX y xAI podrían liderar el desarrollo de la infraestructura blockchain que respalde la reserva estadounidense, estableciendo así un estándar global. De tener éxito, esta alianza podría debilitar la posición de sistemas financieros rivales como la moneda digital china e-CNY, obligando a otros países a seguir el modelo estadounidense.

Sin embargo, existen numerosos riesgos. La volatilidad de las criptomonedas podría minar la confianza en las reservas estadounidenses si el precio del Bitcoin se desploma. Además, rivales geopolíticos como China y Rusia podrían acelerar sus planes para desarrollar sus propias monedas digitales nacionales, lo que desencadenaría una nueva guerra financiera.

Trump desata la fiebre de las criptomonedas: ¿un hito histórico o una apuesta arriesgada? El mercado de las criptomonedas se disparó después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara sus planes para establecer una reserva nacional de moneda digital, lo que podría marcar un punto de inflexión en la historia financiera mundial. Sin embargo, el camino no ha sido fácil.