Garantizar la seguridad de los aficionados y los jugadores será una tarea enorme para Alemania, ya que el país acogerá la EURO 2024 este verano.

Logotipo de la UEFA Euro 2024 en el Estadio Olímpico de Berlín, Alemania. Foto: AFP/TTXVN
Los organizadores han elaborado planes para hacer frente a diversas amenazas, incluidos fanáticos, posibles ataques terroristas e incluso ciberataques. «La seguridad ha sido nuestra máxima prioridad desde el principio», declaró Philipp Lahm, director de la EURO 2024.
Las fuerzas de seguridad alemanas tendrán la tarea de proteger a unos 2,7 millones de aficionados en las 24 sedes de los equipos en todo el país y en 10 estadios, donde se disputarán 51 partidos desde el 14 de junio hasta el 14 de julio.
En una iniciativa sin precedentes, Alemania ha invitado a cerca de 300 expertos en seguridad de todos los países con equipos participantes en la EURO 2024 a formar parte de un proyecto de monitoreo en el Centro Internacional de Cooperación Policial (IPCC) de Neuss, ciudad ubicada en el oeste del país. Este grupo de expertos trabajará por turnos con las autoridades alemanas, Europol y la UEFA para supervisar la seguridad durante todo el torneo. Su espacio de trabajo es una sala de conferencias de 500 metros cuadrados, equipada con 129 ordenadores y una pantalla de 40 metros cuadrados.
Al respecto, el director del IPCC, Oliver Strudthoff, declaró: «Cada país conoce su propio origen mejor que nadie. Por lo tanto, contar con expertos extranjeros en Neuss ayudará a identificar estos elementos con mayor rapidez. El tamaño de las delegaciones de seguridad dependerá del número de aficionados y de su nivel potencial de peligro. Por ejemplo, el Reino Unido contará con más representantes que Suiza».
Todas las fuerzas policiales deberán permanecer en alerta y no se les permitirá tomar vacaciones durante la EURO 2024.
Alemania también aplicará medidas de control de seguridad en toda la zona fronteriza que comparte con nueve países vecinos: Dinamarca, Polonia, República Checa, Austria, Suiza, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos.
«Habrá una mayor presencia policial en trenes y estaciones», declaró un portavoz del Ministerio del Interior alemán. La gendarmería francesa colaborará con la policía alemana en la vigilancia de las vías férreas con origen o destino en Francia, así como en los partidos de la selección francesa.
El gobierno británico anunció que más de 1.600 aficionados de Inglaterra y Gales —a quienes se les había prohibido el acceso a los estadios debido a su comportamiento violento— tendrían prohibido viajar a Alemania durante el torneo.
Además de las medidas habituales, la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, también afirmó que se reforzará la seguridad de la selección nacional ucraniana.
Entre 800 y 1300 agentes de policía se desplegarán alrededor de los estadios durante cada partido, dependiendo de los equipos que participen. Para evitar la introducción de armas o explosivos en el estadio, se establecerán tres perímetros de seguridad alrededor de cada uno, que realizarán tareas como la revisión de vehículos y bolsos, y el control de entradas.
La seguridad en las zonas de aficionados también se considera un gran desafío para el país anfitrión. Se espera que alrededor de 12 millones de turistas visiten Alemania durante la EURO 2024. La zona de aficionados más grande se encuentra cerca de la Puerta de Brandeburgo de Berlín, que recibirá a decenas de miles de visitantes durante los partidos. Según Johannes Saal, experto en seguridad de la Universidad de Lucerna, estos "objetivos fáciles" son más vulnerables, ya que "los delincuentes pueden infiltrarse y actuar con facilidad".
Las fuerzas armadas alemanas también vigilarán el espacio aéreo desde el Centro Nacional de Seguridad de la Aviación, situado a unos 70 km del IPCC. El uso de drones será objeto de un estricto control y sus operaciones estarán restringidas.
“Los grandes eventos deportivos siempre son objetivos de ataques terroristas”, afirmó Saal. Añadió que la situación de seguridad es “muy tensa” debido al complejo conflicto en la Franja de Gaza y la constante amenaza del extremismo islámico.
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