La propuesta supondría la primera vez que Google cobra por alguno de sus productos principales y demuestra que se siente amenazado en su negocio publicitario, casi un año y medio después del lanzamiento de ChatGPT.
Google comenzó a probar un servicio de búsqueda con inteligencia artificial en mayo del año pasado, que ofrece respuestas más detalladas a las consultas. Foto: FT
Según tres personas familiarizadas con los planes de Google, la compañía está considerando opciones que incluyen agregar algunas funciones de búsqueda impulsadas por IA a sus servicios de suscripción premium, como el que brinda acceso a su nuevo asistente de IA Gemini en Gmail y Docs.
Los ingenieros están desarrollando la tecnología necesaria para implementar el servicio, pero los ejecutivos aún no han tomado una decisión final sobre si lanzarlo o cuándo hacerlo, según indicó una de las fuentes.
El motor de búsqueda tradicional de Google seguirá siendo gratuito, mientras que los anuncios continuarán apareciendo junto a los resultados de búsqueda incluso para los suscriptores.
Pero cobrar por su servicio principal de búsqueda sería la primera vez que Google —que durante años ofreció un servicio gratuito al consumidor financiado íntegramente por publicidad— haría que la gente pagara por él.
Google registró ingresos por valor de 175.000 millones de dólares procedentes de búsquedas y publicidad el año pasado, pero se enfrenta a una amenaza competitiva derivada del auge de la IA, que podría determinar el futuro de las búsquedas en tan solo unos años.
Desde noviembre de 2022, cuando OpenAI lanzó ChatGPT, Google ha estado trabajando para contrarrestar la amenaza competitiva que representa este popularísimo chatbot. ChatGPT puede proporcionar respuestas rápidas y completas a muchas preguntas, lo que vuelve redundantes los motores de búsqueda tradicionales de Google y, por lo tanto, perjudica sus ingresos publicitarios.
Microsoft, que mantiene una estrecha colaboración con OpenAI, lanzó hace más de un año una búsqueda mejorada con inteligencia artificial y un chatbot —ahora llamado Copilot— en su buscador Bing. Sin embargo, sus nuevas funciones de IA aún no han logrado aumentar la cuota de mercado de Bing, que sigue estando muy por detrás de Google.
Algunos analistas han advertido que el negocio publicitario de Google podría verse perjudicado si su motor de búsqueda con IA proporciona respuestas completas que ya no requieran que los usuarios visiten los sitios web de los anunciantes.
En particular, muchas organizaciones de medios de comunicación y prensa que dependen de Google para obtener "visualizaciones" están preocupadas porque menos usuarios accederán a ellas si la función de búsqueda con IA de Google extrae toda la información de los sitios de noticias y la muestra directamente a los usuarios en el panel de resultados.
Hoang Hai (según el FT)
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