Cuando se pitó el penalti, las miradas de 90.000 espectadores estaban puestas en el "Gigante Noruego", Erling Haaland, en la final de la FA Cup. Pero ocurrió lo inesperado: retrocedió, cediendo el penalti decisivo de 11 metros a Omar Marmoush. Y cuando Henderson atajó el disparo con éxito, surgió una gran pregunta: ¿Está Haaland listo para eclipsar a Messi y Ronaldo?
La línea entre el talento y la leyenda
Durante casi dos décadas, el fútbol mundial ha estado dominado por dos figuras extraordinarias: Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. No solo han ganado los títulos más prestigiosos, sino que también han redefinido los límites de la humanidad en el deporte rey. Pero lo que los hace "inmortales" no es solo su talento natural o su diligencia, sino también su excepcional fortaleza mental.
Wayne Rooney, quien se ha enfrentado y ha jugado junto a ambas superestrellas, ha señalado un innegable punto en común: Ronaldo y Messi siempre anhelan la responsabilidad en cada situación decisiva.
¿Penalti? ¿Tiro libre? ¿Momento de presión? No solo no se acobardan, sino que exigen activamente el derecho a lanzarlo. Esto no es egoísmo común. Es el egoísmo de quienes nunca dudan de su propia capacidad, el ego de ganar que lleva grabado en su ADN.
Ahora, con el mundo depositando sus esperanzas en Haaland como sucesor de las dos leyendas, su decisión de rechazar un penalti en la final de la FA Cup se ha convertido en un hito. Esto no solo refleja la mentalidad de un jugador joven que regresa de una lesión, sino que también muestra la delgada línea psicológica que separa a las personas excepcionales de las leyendas eternas.
Haaland no es lo suficientemente bueno para convertirse en una leyenda. |
Nadie puede negar el talento de Erling Haaland. 120 goles en tan solo 140 partidos con el Manchester City en todas las competiciones. Dos hat-tricks consecutivos. Una capacidad goleadora excepcional y una envergadura y velocidad excepcionales. Pero con estrellas como Messi y Ronaldo, las estadísticas solo cuentan la mitad de la historia.
La otra mitad reside en la capacidad de liderar al equipo, la valentía en momentos de presión y un deseo inagotable. A lo largo de sus carreras, Messi y Ronaldo nunca han rehuido la responsabilidad. Al contrario, buscan esos momentos como una forma de afirmar su posición.
Cuando Ronaldo se enfrentó al penalti decisivo en la Champions League de 2016, ninguno de los 11 jugadores del Real Madrid se atrevió a cuestionar el derecho a lanzarlo. Cuando a Messi le dieron la responsabilidad de lanzar el penalti en la final del Mundial de 2022, ningún miembro de la selección argentina se atrevió a cuestionar la decisión. Esa es la mayor diferencia entre ellos y el resto del mundo del fútbol.
Pep y la historia de la libertad de decidir
Pep Guardiola, como entrenador talentoso, comprende la psicología de los jugadores mejor que nadie. Admite que la decisión de lanzar un penalti suele ser consensuada por los jugadores en el campo, basándose en la sensación y la confianza del momento.
Pero tras esas palabras se escondía una dura realidad. El estratega español no debió de alegrarse de ver a su delantero estrella retirarse en el momento clave.
Guardiola ha trabajado con Messi y otras superestrellas del Barcelona y el Bayern de Múnich. Sabe que la fortaleza mental no se aprende en los entrenamientos. Se forja con el tiempo, a través de los fracasos y los éxitos, y especialmente en los momentos de mayor presión.
Haaland todavía tiene mucho que mejorar. |
La decisión de Haaland de conceder un penalti no solo afectó el partido, sino que también planteó dudas sobre su madurez mental. ¿Está el ex astro del Dortmund preparado para asumir la responsabilidad en momentos decisivos? ¿O aún necesita más tiempo para madurar?
Por otro lado, el portero del Crystal Palace, Dean Henderson, es un ejemplo de la fuerza de la confianza. Con su experiencia en parar un penalti con éxito en Wembley, llegó al partido con la mentalidad de un ganador.
Henderson estudió a su rival, predijo correctamente el disparo de Marmoush y realizó una parada magnífica. No hubo vacilación ni miedo. Simplemente confianza absoluta en su propia habilidad. Esa es la mentalidad de los campeones, algo que Haaland necesita aprender.
El portero, aunque no tan respetado como Haaland ni con la misma reputación, demostró un carácter excepcional en momentos cruciales. La lección es clara: en el fútbol de élite, el talento es necesario, pero no suficiente. La fortaleza mental es el factor decisivo.
La historia de Haaland en Wembley no marca el final de su brillante carrera. Al contrario, podría ser una valiosa lección para que el delantero noruego madure aún más en su camino hacia la cima.
A sus 24 años, Haaland aún tiene mucho tiempo para desarrollarse, no solo técnicamente, sino también mentalmente. Pero lo que necesita entender es esto: para unirse a leyendas como Messi y Ronaldo, debe cultivar un fuerte deseo de ganar y una confianza absoluta en sí mismo.
El fútbol no es solo una batalla de pies y táctica. Es también un juego de espíritu y carácter. Momentos decisivos como el penalti en Wembley son la prueba que separa a los grandes de los grandes.
¿Convertirá Haaland este momento de fracaso en motivación para ascender? ¿O se quedará para siempre en la posición de jugador talentoso, pero sin la valentía suficiente para convertirse en leyenda? La respuesta se revelará en las próximas temporadas, cuando el Manchester City siga conquistando nuevas alturas.
Pero una cosa es segura: para convertirse en un "cazador" implacable como Messi y Ronaldo, Haaland necesita aprender a anhelar los momentos de mayor presión. Porque solo en esos momentos nacen las leyendas.
Fuente: https://znews.vn/haaland-con-kem-xa-ronaldo-messi-post1553834.html
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