Yonhap informó que el 3 de enero, la Armada de Corea del Sur realizó su primer simulacro de fuego real en 2024 para mejorar su preparación contra las acciones de Corea del Norte.
La Armada de Corea del Sur realizó ejercicios militares en las costas este, oeste y sur del país el 3 de enero. |
El ejercicio tuvo lugar frente a las costas este, oeste y sur de Corea del Sur, con la participación de 13 buques de guerra y tres aviones de la 1ª, 2ª y 3ª flotas, según la fuente.
La Segunda Flota movilizó cinco buques de guerra, incluido el destructor Eulji Mundeok, de 3.200 toneladas, y el destructor Cheonan, de 2.800 toneladas, junto con un avión para entrenamiento de fuego real y guerra antisubmarina en el Mar Amarillo.
La 1.ª y la 3.ª Flotas desplegaron respectivamente buques de guerra y aviones para participar en ejercicios con fuego real y ejercicios tácticos en el Mar del Este y el Mar del Sur de Corea.
Durante una reunión informativa en el Mar Amarillo, el jefe de operaciones navales, Yang Yong-mo, subrayó: "Debemos ser conscientes de la grave situación de seguridad" ante las acciones de Corea del Norte.
Un día antes, el Ejército de Corea del Sur también anunció que había realizado ejercicios de artillería simultáneos en todos los frentes oriental y occidental, simulando una situación en la que el enemigo utilizaba armas calientes.
En la maniobra y los ejercicios con fuego real participaron todas las unidades del Ejército, incluida la artillería autopropulsada K9A1 y K9; los tanques K2 y K1A2; los vehículos blindados K21; y los vehículos de remoción de minas K600.
El Ejército de Corea del Sur dijo que este ejercicio tiene como objetivo fortalecer su fuerza y establecer un estado de preparación para enfrentar serias amenazas a la seguridad.
Los ejercicios tuvieron lugar en el contexto de la reunión del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte a finales de 2023, donde el presidente Kim Jong-un amenazó con "aplastar todo el territorio" de Corea del Sur en una situación inesperada.
En respuesta a esa advertencia, el ministro de Unificación surcoreano, Kim Yung-ho, afirmó que Seúl construirá un sistema de disuasión "más denso y alto" fortaleciendo su alianza con Estados Unidos.
Según él, Pyongyang acabará teniendo que renunciar a sus armas nucleares si se topa con un fuerte “muro de disuasión” entre Seúl y Washington.
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