El 30 de julio, el Hospital Hung Vuong anunció que, gracias a métodos de tratamiento avanzados, ha logrado cuidar y criar con éxito a numerosos bebés extremadamente prematuros. Entre los casos más destacados se encuentran dos bebés nacidos recientemente mediante fertilización in vitro.
El primer caso es el de la hija de la madre HG, nacida el 2 de mayo a las 24 semanas y 6 días de gestación. La niña pesó 650 gramos, se encontraba en estado muy débil, recibió soporte respiratorio inicial y fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).
Debido a la gran debilidad de los pulmones del bebé, los médicos le inyectaron inmediatamente surfactante para estimular la función respiratoria. El bebé necesitó ventilación mecánica durante 40 días, y en un momento dado requirió un ventilador oscilatorio de alta frecuencia (HFO).
Para garantizar la nutrición, el médico le colocó una vía intravenosa al bebé. Al mismo tiempo, le administró medicamentos para combatir infecciones peligrosas.
Sin embargo, el bebé contrajo posteriormente una infección sanguínea y su estado empeoró, requiriendo cuidados intensivos. En un momento dado, el bebé sufrió anemia grave y trastornos de la coagulación, por lo que el equipo médico tuvo que administrarle sangre y plasma fresco congelado.
Tras 40 días de cuidados especiales, la bebé pudo respirar mejor por sí sola, se le retiró el respirador y se le cambió a CPAP nasal. Después de 20 días de practicar la respiración y acostumbrarse al entorno exterior, la bebé fue trasladada a la Unidad de Neonatología y se le practicó el método canguro con su madre.
Durante este tiempo, el bebé aprendió a tomar leche materna pasteurizada del banco de leche. En muchas ocasiones, su saturación de oxígeno disminuyó, presentó cianosis y sufrió neumonías recurrentes.
Gracias a los cuidados de médicos y enfermeras y a su propio esfuerzo, la niña superó la crisis. Con un peso de 1.540 gramos, fue dada de alta del hospital tras 90 días de tratamiento y se le realizaron revisiones oculares periódicas para asegurar su desarrollo integral.
El segundo caso es el hijo de la madre HT, nacido el 22 de abril, casi 4 meses antes de la fecha prevista.
El recién nacido pesaba 760 gramos, presentaba cianosis, latidos cardíacos débiles, disnea e hipotonía muscular. Tras la reanimación cardiopulmonar, fue trasladado de inmediato a la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales para recibir tratamiento intensivo.

En este caso, el bebé necesitó surfactante debido a la debilidad de sus pulmones. Se aplicaron las técnicas más avanzadas, como la ventilación oscilatoria de alta frecuencia, la cateterización de la vena y la arteria umbilicales para la nutrición y medicamentos para tratar las infecciones neonatales.
El bebé fue alimentado con leche materna pasteurizada del Banco de Leche Humana. Tras casi 50 días de lucha por su vida conectado a un respirador, fue trasladado a la Unidad de Neonatología y a la Incubadora Canguro junto a su madre. Allí, recibió fisioterapia y se le retiró gradualmente el oxígeno.
Al día 99, el bebé pesaba 2005 gramos y estaba listo para recibir el alta hospitalaria. Pudo alimentarse exclusivamente con leche materna, lo que representó un hito importante en su desarrollo.
Según los médicos, para criar con éxito a bebés recién nacidos extremadamente prematuros, tan pequeños como la palma de una mano, el Hospital Hung Vuong ha aplicado los métodos de tratamiento más avanzados junto con una atención dedicada y profesional.
Estas técnicas desempeñan un papel fundamental en el cuidado de los órganos del bebé, especialmente los sistemas respiratorio y digestivo. Asimismo, el Banco de Leche Humana proporciona leche materna pasteurizada, segura y nutritiva, rica en anticuerpos que fortalecen el sistema inmunitario y contribuyen al crecimiento saludable de los bebés prematuros.
Fuente: https://www.sggp.org.vn/hanh-trinh-tro-ve-vong-tay-me-cua-2-tre-so-sinh-cuc-non-post806050.html






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