«El equipo japonés se preparó muy bien durante los dos últimos días para el partido contra el equipo iraní. Como entrenador, estoy muy decepcionado por no haber podido ganar. No logramos que el esfuerzo de todos se tradujera en los resultados esperados. Parte del motivo de la derrota fue que nuestros cambios en la segunda parte fueron demasiado lentos e ineficaces, a pesar de las altas expectativas», declaró el entrenador Hajime Moriyasu.
El entrenador Hajime Moriyasu (derecha) y los jugadores japoneses tras la derrota ante Irán.
El entrenador Hajime Moriyasu hizo entrar a sus dos estrellas, Kaoru Mitoma y Takumi Minamino, en sustitución de Takefusa Kubo y Daizen Maeda en el minuto 67, con la esperanza de que lograran romper la defensa japonesa. Sin embargo, Mitoma acababa de regresar de una lesión y Minamino jugó fuera de su posición habitual, lo que provocó que los "Samuráis Azules" quedaran bloqueados.
Antes de eso, en la primera mitad, el equipo japonés jugó de forma cerrada y dominó el partido, adelantándose 1-0 gracias al gol del centrocampista Hidemasa Morita en el minuto 28. En la segunda mitad, el equipo iraní recuperó el control del partido gracias a la agresividad de su estrella Sardar Azmoun y del capitán Alireza Jahanbakhsh, ante la ausencia de su delantero centro Mehdi Taremi por una tarjeta amarilla.
En el minuto 55, Mohammad Mohebi empató el partido 1-1 para Irán gracias a una magnífica asistencia de Sardar Azmoun. El propio Sardar Azmoun perdió entonces la oportunidad de ampliar la ventaja a 2-1 para el equipo iraní cuando el VAR anuló el gol por fuera de juego.
Al final del partido, la presión ejercida por el equipo iraní dio sus frutos con un penalti. Desde el punto de penalti, Alireza Jahanbakhsh transformó con precisión el gol decisivo que le dio la victoria a "Team Melli" (apodo de la selección iraní) por 2-1 y el pase a las semifinales de la Copa Asiática 2023.
El equipo iraní (de blanco) ganó merecidamente con una impresionante actuación en la segunda mitad.
Mientras tanto, la selección japonesa, que partía como favorita al título, quedó eliminada prematuramente en cuartos de final. Esta es la tercera Copa Asiática consecutiva en la que los "Samuráis Azules" no logran alzarse con el campeonato, ampliando su récord anterior de cuatro títulos (1992, 2000, 2004 y 2011).
«Ahora que la Copa Asiática ha terminado, nos prepararemos para las eliminatorias del Mundial de 2026, fortaleceremos nuestro equipo para ganar cada partido y clasificarnos para la fase final. Tendré que trabajar más duro, mejorar el nivel de la selección japonesa para aspirar a un objetivo mayor: convertirnos en la número uno del mundo . Esa es mi pasión y lo que realmente quiero lograr», afirmó el entrenador Hajime Moriyasu.
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