
Desde un papel secundario en Kill Bill hasta la fundación de un arte marcial que se extendió por todo el mundo , el viaje de Tetsuro Shimaguchi es una historia de cómo el espíritu samurái revive en la vida moderna - Foto: japan-forward
En una época en la que la cultura tradicional se olvida fácilmente en el mundo digital, Tetsuro Shimaguchi eligió un enfoque diferente: sacar el espíritu samurái del ring, para que la luz de la espada no solo brille en la batalla, sino que también ilumine la forma en que las personas se enfrentan a sí mismas.
Del estudio al punto de inflexión de la vida
Antes de llegar a Hollywood, Tetsuro Shimaguchi era solo un actor de kendo que actuaba en espectáculos itinerantes en Kioto.
Amaba la espada como artista, pero en Japón «la gente la veía como una actuación más que como una forma de vida». Sin fama ni presencia escénica, Shimaguchi pensó que se dedicaría a actuar para los visitantes del templo para siempre.
Todo cambió en 2002, cuando el director Quentin Tarantino viajó a Japón para preparar Kill Bill: Vol.1 .
Tarantino quería encontrar un "maestro espadachín" que no sólo fuera bueno en la técnica sino que también tuviera un profundo conocimiento del espíritu samurái, al que llamaba "el silencio detrás del corte".

Tetsuro Shimaguchi y el director Quentin Tarantino
Tetsuro Shimaguchi coreografió la danza de la espada en Kill Bill
El nombre Tetsuro Shimaguchi me lo presentó un amigo del mundo del teatro. El primer encuentro tuvo lugar en un pequeño dojo de Tokio.
Cuando Tarantino le pidió que actuara, Shimaguchi no se limitó a blandir la espada. Caminó despacio, respiró hondo, hizo una reverencia y luego se detuvo con la mirada fija. La sala quedó en silencio. Tarantino sonrió y aplaudió: «Eso es lo que busco: el alma del samurái».

Tetsuro Shimaguchi como Miki de Crazy 88 en Kill Bill
Después de ese momento, invitaron a Shimaguchi a ser el director de espadas de la película. Pero en el set de Kill Bill , hizo más que enseñar a empuñar una espada.
Enseñó a Uma Thurman, Lucy Liu y a todo el elenco a respirar como un guerrero, a pensar en la espada como una extensión de su cuerpo.
Shimaguchi contó en una entrevista con la Motion Pictures Association:
"Trabajar con Quentin Tarantino fue una gran experiencia, tiene un gran respeto por la cultura japonesa y me dio la libertad de expresar el espíritu samurái a través de cada movimiento".
Fue también esta libertad la que le hizo comprender algo más grande: el budo no es solo una habilidad, sino un lenguaje emocional. A partir de esta comprensión, Shimaguchi comenzó a acariciar la idea de convertir la esgrima en un arte de expresión, lo que posteriormente condujo al nacimiento del kengido.
Cuando las artes marciales se convierten en el lenguaje de las emociones
Tras el éxito de Kill Bill, Shimaguchi comenzó a buscar maneras de llevar el kendo más allá del ámbito de la pura actuación. En 2012, fundó el kengido, un arte marcial que combina la esgrima, la representación teatral y la filosofía samurái.
Una vez compartió en la revista Live Japan : "El Kengido no es sólo una técnica sino también una forma de expresar el corazón y las emociones a través de la espada".
Tetsuro Shimaguchi con danza de espada japonesa kengido
Para Shimaguchi, la espada no es solo un medio de lucha, sino también una herramienta de autocomprensión. Cada movimiento en el kengido es simbólico: desenvainar la espada es el inicio de la consciencia, luchar es un proceso de autoexamen y envainar la espada es un momento de iluminación.
Hoy en día, el kengido se enseña en muchos países, desde América hasta Europa, convirtiéndose en un puente cultural entre Japón y el mundo.
Sus performances ya no son “danzas de espadas” sino narraciones a través del movimiento, donde el público siente reverencia y libertad al mismo tiempo.
Trayendo samuráis al mundo
“A través de mi actuación, quiero compartir la belleza del espíritu samurái con el mundo”, afirmó Shimaguchi en un artículo de Simone Chierchini (2020). Para él, ese espíritu, lealtad, disciplina y respeto siguen siendo los mismos, incluso si se expresan en lenguaje moderno.

Fue el primer japonés en recibir el Premio Consonanze (Italia) el 31 de octubre de 2018 en Florencia por sus contribuciones a la creación, desarrollo y conformación del arte de la esgrima, una combinación armoniosa del espíritu samurái tradicional y el arte occidental - Foto: japan-forward

En Europa, muchos practicantes describen el kengido como una forma de "meditación en movimiento", donde entrenan físicamente mientras buscan la concentración y el equilibrio interior.
En Estados Unidos, a menudo se presenta en eventos culturales como una forma de arte escénico contemporáneo, que combina la filosofía samurái con el teatro y el cine (vía Live Japan y Simone Chierchini, 2020).
Las giras internacionales, desde París a Nueva York, han convertido a Tetsuro Shimaguchi en un icono moderno del espíritu samurái.
Pero no quiere que le llamen "custodio de la tradición", sino "diálogo entre culturas".
Al sacar la espada del ring, Shimaguchi no sólo renovó una herencia japonesa, sino que también la convirtió en un lenguaje universal de emoción y quietud.
En un mundo cada vez más ruidoso, nos recuerda un valor simple: el mayor poder no reside en el corte, sino en el silencio que hay detrás de él.
Fuente: https://tuoitre.vn/khi-thanh-kiem-samurai-vuot-ra-khoi-san-dau-20251026134332198.htm






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