
El paciente NNH, de 60 años, de Hanoi , fue ingresado en el Centro de Cirugía Hepatobiliar y Digestiva del Hospital Central de Enfermedades Tropicales en un estado de fatiga prolongada, anorexia, mala alimentación y pérdida de peso significativa, pesando solo entre 47 y 50 kg.
Según su familia, el Sr. H. padece varias enfermedades subyacentes complejas, entre ellas VIH, que recibe tratamiento antirretroviral y se mantiene estable desde 2002; antecedentes de hepatitis C curada; insuficiencia renal crónica e hipertensión arterial que requiere medicación diaria. Su delgadez, su baja inmunidad y su malnutrición lo han llevado a un estado de agotamiento extremo, lo que aumenta significativamente el riesgo de una cirugía mayor.
Los resultados de la endoscopia y la biopsia realizadas en el hospital determinaron que el paciente tenía adenocarcinoma gástrico, que contenía células en anillo de sello, una forma de cáncer altamente maligna que a menudo progresa rápidamente y se propaga con facilidad.
Cabe destacar que el cáncer de estómago en sus etapas iniciales a menudo no presenta síntomas típicos, causando únicamente hinchazón, indigestión, acidez estomacal y dolor sordo en la región epigástrica, síntomas que se confunden fácilmente con una gastritis común, por lo que los pacientes suelen ser subjetivos. A medida que la enfermedad progresa, los pacientes comienzan a sentirse llenos precozmente, pierden peso y sufren anemia prolongada; estos son también los síntomas que presentó el Sr. H. En las etapas avanzadas, se puede palpar una masa dura en la parte superior del abdomen o presentar inflamación de los ganglios linfáticos supraclaviculares izquierdos, pero en ese momento el tratamiento se vuelve mucho más difícil.

El Dr. Nguyen Thanh Son, del Centro de Cirugía Hepatobiliar y Digestiva del BSCKII, declaró: «Al ingresar, el paciente se encontraba débil, con poco apetito y con función orgánica reducida, por lo que el riesgo de complicaciones durante y después de la cirugía era muy elevado. Sin embargo, si se retrasaba la intervención, el tumor podría extenderse o causar obstrucción y hemorragia, lo que haría que el paciente ya no fuera candidato a cirugía. Por lo tanto, es necesaria la intervención inmediata para mejorar el pronóstico».
En pacientes con múltiples comorbilidades, debemos considerar cuidadosamente cada indicación de tratamiento. Debido a que los pacientes con VIH tienen un mayor riesgo de infección, la cicatrización de las heridas es más lenta. Asimismo, las enfermedades renales y cardiovasculares hacen que la anestesia y la reanimación postoperatoria sean especialmente delicadas. Sin embargo, tras una consulta multidisciplinaria —que incluyó cirugía hepatobiliar y digestiva, reanimación, enfermedades infecciosas y anestesia—, decidimos optar por la cirugía laparoscópica para extirpar las tres cuartas partes del estómago y disecar los ganglios linfáticos. Este es el método de tratamiento fundamental para el cáncer de estómago sin metástasis a distancia.
Durante la cirugía, el equipo quirúrgico observó un tumor de aproximadamente 2 cm en la curvatura menor del estómago. Si bien no era de gran tamaño, su proximidad a grandes vasos sanguíneos y al ligamento hepaticogástrico requirió una disección extremadamente meticulosa para evitar el sangrado. La mayor dificultad radicó en el débil estado físico del paciente, el tejido estomacal delgado, la fragilidad de los vasos sanguíneos y la atrofia gástrica causada por el ayuno prolongado, lo que limitó el espacio para la manipulación endoscópica. El equipo tuvo que operar el instrumental con un campo de visión reducido, midiendo cuidadosamente cada milímetro al disecar cerca del vaso gástrico izquierdo, y controlando la cantidad de sangrado durante cada fase quirúrgica.
La cirugía se realizó completamente por endoscopia, utilizando un sistema de grapado para cortar el estómago afectado y reconectar el estómago con los intestinos. Se comprobó la estanqueidad de la incisión y la anastomosis, asegurando que no hubiera fugas ni sangrado. A pesar de los numerosos riesgos, la cirugía fue un éxito, minimizando la pérdida de sangre y sin que se produjeran complicaciones.
El doctor Son afirmó que la cirugía laparoscópica presenta numerosas ventajas significativas en comparación con la cirugía abierta: menor dolor, recuperación más rápida de la movilidad y la alimentación, menor riesgo de infección y obstrucción intestinal postoperatoria, y una estancia hospitalaria más corta. Asimismo, garantiza la erradicación completa del cáncer y la extirpación de los ganglios linfáticos siguiendo el procedimiento adecuado. Esto último resulta especialmente importante para pacientes con múltiples comorbilidades.
A partir de este caso, el Dr. Son recomienda que las personas no ignoren síntomas prolongados como pérdida de apetito, hinchazón abdominal, pérdida de peso inexplicable o dolor sordo en la región epigástrica, ya que podrían ser signos tempranos de cáncer de estómago. Las personas con enfermedades crónicas deben someterse a exámenes regulares para detectar anomalías a tiempo, pues la detección temprana aumenta considerablemente las probabilidades de un tratamiento exitoso.
Fuente: https://baolaocai.vn/khong-chu-quan-voi-cac-dau-hieu-som-cua-ung-thu-da-day-post886863.html






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