El presidente francés, Emmanuel Macron, y el presidente ruso, Vladímir Putin, visitaron Kazajistán, mientras que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, asistieron a una cumbre de la organización regional de cooperación económica. Anteriormente, Estados Unidos y la UE también han intensificado sus actividades diplomáticas en la región. Asia Central ha fortalecido significativamente su posición geoestratégica.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev (izquierda), en la ceremonia oficial de bienvenida el 9 de noviembre.
Rusia ha ejercido durante mucho tiempo una influencia dominante en esta región. Sin embargo, desde el estallido del conflicto en Ucrania y el contexto de una feroz confrontación con Estados Unidos, la UE, la OTAN y otros países occidentales, el interés y la influencia de Rusia en la región han perdido su relevancia. Los países de la región buscan nuevos aliados y socios, mientras que los socios externos tienen oportunidades favorables para fortalecer su propia influencia, compitiendo con Rusia y entre sí en la región.
El conflicto entre Hamás e Israel en Oriente Medio, así como los últimos acontecimientos entre Armenia y Azerbaiyán en la región de Nagorno-Karabaj, también contribuyen significativamente al fuerte aumento de la posición geoestratégica de la región de Asia Central.
Rusia, Irán, Turquía, la UE y Estados Unidos tienen un interés estratégico sólido y práctico en evitar que Asia Central se convierta en un nuevo foco de inseguridad e inestabilidad en medio de la guerra en Ucrania, la incertidumbre en Oriente Medio y la discordia sin resolver entre Armenia y Azerbaiyán. Por lo tanto, por mucho que compitan por influencia, estos socios se verán obligados a cooperar entre sí para evitar que la región se vuelva insegura e inestable.
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