La economía de la eurozona se desaceleró o incluso cayó en recesión en el tercer trimestre bajo el peso acumulativo de sucesivas subidas de los tipos de interés, dijeron los analistas.
La mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg predicen que el producto interior bruto de la UE se ha estancado o ha disminuido después de un breve período de crecimiento en el segundo trimestre.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió que las condiciones financieras se estaban endureciendo como nunca antes después de 10 subidas de tipos de interés, y dijo que la economía podría enfrentarse a trimestres consecutivos de estancamiento.
La cifra es relativamente optimista en comparación con las predicciones de los economistas de Barclays, quienes dijeron que la región podría estar en recesión.
“El ajuste monetario es bastante fuerte y aún no hemos alcanzado su punto máximo”, declaró Silvia Ardagna, directora de economía europea de Barclays. “Creemos que la inflación subyacente y general volverá al 2 % antes de lo previsto por el BCE. En consecuencia, prevemos una actividad económica mucho más débil”.
Se dice que Alemania, Austria y Bélgica, que publicaron sus cifras de PIB esta semana, han sido las economías que más han afectado a la eurozona durante el último trimestre. Francia e Italia se encuentran entre las que han registrado un crecimiento marginal. Otros afirman que España mantuvo el crecimiento en el tercer trimestre, mientras que la economía irlandesa se contrajo significativamente.
“Con el debilitamiento del impulso del crecimiento y el aumento de los riesgos a la baja, la probabilidad de otro aumento de tasas este año es muy baja”, dijo Jamie Rush, economista europeo de Bloomberg Intelligence.
Si la cifra de la eurozona muestra signos de contracción como se predijo anteriormente, sería la primera caída del PIB desde que la pandemia de COVID-19 azotó en 2020. Este resultado evaluará en parte el crecimiento económico reciente de toda la región.
Los informes de la próxima semana podrían ser aún más alentadores para las autoridades del BCE, ya que las perspectivas de inflación se están desacelerando notablemente. Se espera que la cifra se sitúe en el 3,1%, cerca del objetivo del 2%. El crecimiento de los precios subyacentes, que excluye factores volátiles como la energía, fue del 4,2% en octubre.
Las tensiones en Oriente Medio se están convirtiendo cada vez más en una preocupación para los funcionarios, tanto desde la perspectiva de la inflación como del crecimiento.
“Estamos muy atentos a las posibles consecuencias económicas, ya sea en términos de impactos directos o indirectos en los precios de la energía, o del nivel de confianza que siguen demostrando los actores económicos”, dijo la presidenta del BCE, Lagarde.
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