Según la NASA, la molécula en cuestión es un catión metilo (CH₃+), responsable de la formación de moléculas de carbono más complejas. Esta molécula también se considera una de las posibles señales de vida que los científicos siempre ansían tocar.
Imagen del Telescopio Espacial James Webb. Foto: AFP/VNA
CH3+ se descubrió en la Nebulosa de Orión, una "guardería estelar" ubicada a unos 1350 años luz de la Tierra. Esta molécula tiene la propiedad única de poder reaccionar con diversas moléculas pequeñas para formar compuestos orgánicos complejos en el medio interestelar. La experta Marie-Aline Martin, de la Universidad de París-Saclay (Francia), miembro del equipo de investigación, declaró: «El descubrimiento de CH3+ no solo demuestra la increíble sensibilidad del Telescopio Espacial James Webb, sino que también confirma su importancia entre las estrellas. Este descubrimiento proporciona información adicional valiosa sobre cómo nuestro planeta adquirió vida».
El Telescopio Espacial James Webb, un programa internacional implementado conjuntamente por la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense, es el principal dispositivo de observación espacial del mundo . Según la NASA, el James Webb puede ayudar a los expertos a resolver los misterios del Sistema Solar, a observar el espacio exterior alrededor de las estrellas y a explorar las estructuras y los orígenes de estas regiones.
Según el periódico VNA/Tin Tuc
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