Disfrutar de un buen té y de un bello paisaje: placeres elegantes.
LAMORI se presenta como una danza entre el cielo y la tierra: A lo lejos, una imponente cordillera se alza como un cortavientos; al frente, el río Chu abraza incansablemente al pueblo como la mano de una madre acariciando suavemente el cabello de su hijo. Alrededor del complejo se encuentran bosques centenarios, un lago en forma de medialuna y colinas de té que se alzan entre la niebla matutina. Todo ello crea un singular "campo de aviación", a la vez pacífico y estimulante.
Como enseñó el sabio oriental: «La vida humana es un flujo natural de energía. Cuando la energía está en armonía, el cuerpo está en paz; cuando la energía está en desorden, surge la enfermedad». En LAMORI, el flujo natural de energía está en armonía, y el flujo de energía vital se transmite a través de cada sendero empedrado y cada hilera de árboles que se asoman al lago. Con solo entrar en ese espacio, toda la tensión parece calmarse y la mente regresa a un estado de tranquilidad.
La arquitectura de LAMORI es una perfecta armonía entre la tradición asiática y la libertad del estilo resort internacional. Las villas se esconden bajo el verde follaje de la selva, ofreciendo un espacio de absoluta privacidad, donde el sonido del viento entre las hojas también transporta el aroma puro de las flores silvestres. En el interior, el diseño interior se basa en la filosofía de la "tranquilidad", utilizando materiales naturales de alta calidad, con maderas preciosas y seda para crear un espacio cálido y lujoso, como si cada paso fuera una nota de paz.
Los visitantes no pueden evitar sorprenderse al explorar cada rincón de LAMORI.
La mañana en LAMORI es una suave melodía de meditación y té. En medio del jardín, repleto de fragantes flores y hierbas exóticas, los visitantes pueden elegir un espacio abierto, meditar bajo la sombra de los árboles, escuchar a los pájaros, el viento y su propia respiración. Después, una taza de té caliente elaborado con hojas de té local, fresco y puro como el susurro de las montañas y los bosques, evocando su origen.
Por la tarde, cuando el sol se suaviza y el lago se cubre de una capa de niebla, el área de terapia herbal de LAMORI cobra vida. Se aplican terapias tradicionales, aceites esenciales de regaliz, limoncillo y jengibre, según métodos orientales de salud, que ayudan al cuerpo a relajarse y desintoxicarse. Con el aroma persistente y la música de meditación a distancia, los visitantes parecen entrar en una danza curativa invisible, donde cuerpo y mente renacen juntos.
La zona de spa parece un loto floreciendo en una fina niebla, elegante y atractiva a la vez.
No hace falta ir muy lejos, LAMORI es un lugar donde todos los sentidos se despiertan: la vista contempla la paz del paisaje, los oídos perciben la suave melodía, las manos rozan la madera, la piel siente el viento y el rocío, y el corazón se deja llevar por la belleza pura. Cada visitante de LAMORI no es solo un espectador, sino también un artista de la armonía pacífica, donde la naturaleza, las personas y las almas resuenan juntas.
Minh Ngoc (Países Bajos)
Fuente: https://baothanhhoa.vn/lamori--vu-khuc-giao-hoa-giua-nui-song-va-thien-257072.htm
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