El yoga facial ayuda a reducir el estrés y suavizar las arrugas mediante una combinación de masajes y ejercicios para la piel.
El yoga facial es un ejercicio facial que combina masaje y acupresión y puede reducir el envejecimiento de la piel. Un estudio de 2018 de la Universidad Northwestern (EE. UU.) demostró que la tersura de las mejillas en mujeres mejoró tras 20 semanas de 30 minutos de yoga facial. Estos son los beneficios específicos.
Reafirmar la piel
A medida que envejecemos, nuestros niveles naturales de colágeno disminuyen. La piel comienza a descolgarse, pierde firmeza y las arrugas se hacen más visibles.
Las posturas de yoga facial tienen la ventaja de aumentar la circulación sanguínea y promover la producción de colágeno. Si se mantienen durante un tiempo prolongado, la piel se reafirma y la profundidad de las arrugas se reduce. Numerosos estudios también han demostrado que las mujeres de entre 40 y 65 años que practican regularmente tienen mayor volumen en la parte superior e inferior de las mejillas. El yoga facial también promueve la reducción de las bolsas debajo de los ojos y fortalece los músculos subcutáneos.
El yoga facial no solo ayuda a relajar, sino que también reafirma la piel. Foto: Freepik
Ayuda a igualar el tono de la piel.
El yoga facial aumenta la oxigenación celular y la microcirculación, logrando así una piel gradualmente uniforme, radiante y armoniosa. Al realizar movimientos de yoga, es fundamental respirar adecuadamente para beneficiar la piel.
Alivio del estrés
Los ejercicios de yoga facial son beneficiosos para el cuerpo y la mente, ya que tienen un efecto calmante sobre el sistema nervioso, relajando los músculos faciales. Además, las técnicas de acupresión ayudan a mejorar la circulación y a reducir el estrés, lo que puede prevenir dolores de cabeza, aliviar la presión sinusal y mejorar la calidad del sueño.
Cómo hacerlo
Para practicar yoga facial, empieza con un minuto y ve aumentando gradualmente hasta 10 o 20 minutos al día. Lávate bien las manos y siéntate o ponte de pie con los hombros hacia atrás y la columna recta.
Levantamiento de Pómulos: Coloque las manos en posición de oración frente a la nariz, con las yemas de los dedos justo por encima. Luego, deslice suavemente las yemas de los dedos hacia abajo por la nariz y úselas para acariciar desde la base de los pómulos hasta las sienes. Repita este movimiento tres veces.
Relaja el músculo medio de la frente: Coloca el dedo índice entre las cejas y presiona suavemente durante 10 segundos, respirando profundamente. Luego, usa el dedo índice para hacer pequeños círculos en una dirección durante 20 segundos.
Estiramiento del músculo ocular: Forma una C con el pulgar y el índice, luego coloca el índice sobre el ojo, por encima de la ceja, y el pulgar sobre la mejilla. Presiona con los dedos, mantén los ojos bien abiertos durante 5 segundos, luego entrecierra los ojos con fuerza 5 veces y ciérralos brevemente.
Estiramiento de cuello y mandíbula: Levante la barbilla hacia adelante en un ángulo de 45 grados, luego hacia un hombro, manteniendo la posición durante tres segundos. Regrese al centro y repita con el otro lado. Repita 20 veces con cada lado o repita continuamente durante uno o varios minutos.
Huyen My (según Insider, Healthline, Real Simple )
Los lectores envían aquí preguntas dermatológicas para que los médicos las respondan. |
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