Un vuelo de Delta con destino a España se vio obligado a regresar a su origen en Estados Unidos después de que un pasajero desarrollara diarrea.
Un Airbus A350 de Delta Airlines con 336 pasajeros a bordo despegó de Atlanta, Georgia, con destino a Barcelona, España, el 1 de septiembre, en un vuelo programado de ocho horas. Sin embargo, dos horas después de la salida, el avión tuvo que regresar al aeropuerto de Atlanta debido a un incidente de riesgo biológico.
Xansby Swanson compartió un video del vuelo en redes sociales el 5 de septiembre, donde describe a "alguien defecando en el pasillo". En el video, una mancha marrón recorre el centro del avión, con papel de seda cubriendo las manchas sucias.
El video también muestra almohadas para el cuello que los pasajeros dejan en sus asientos al desembarcar del avión.
Un avión de Delta Airlines aterriza en el Aeropuerto Internacional de San Francisco en California, EE.UU., el 8 de junio.
"El vuelo tenía un pasajero con diarrea, por lo que querían que regresáramos a Atlanta", dijo el piloto en la grabación compartida en X.
En Atlanta, los equipos reemplazaron la alfombra y limpiaron la cabina durante cinco horas. Los pasajeros volvieron a abordar el avión y volaron a Barcelona la tarde del 2 de septiembre. Los funcionarios de Delta no confirmaron si el pasajero que sufrió el incidente médico continuaría su vuelo a España.
"Nuestros equipos trabajaron con la mayor rapidez y seguridad posibles para limpiar a fondo la aeronave y llevar a los clientes a sus destinos finales. Ofrecemos nuestras más sinceras disculpas a los clientes por el retraso y las molestias", declaró un portavoz de Delta.
Según The Street, los aviones pueden realizar aterrizajes de emergencia en casos como fallos de motor, peleas entre pasajeros, peligro para la seguridad de las personas a bordo o una emergencia médica que no pueda gestionarse en el aire. Sin embargo, el incidente en el vuelo de Delta Airlines es la última razón inusual para desviar un avión de pasajeros.
El 30 de junio, el pasajero Habib Battah, que viajaba en un vuelo de Air France de París a Toronto, declaró haber encontrado rastros de sangre, heces y un olor fétido debajo de su asiento. No se le permitió cambiar de asiento porque el avión iba lleno.
Air France explicó que un pasajero sufrió un problema de salud durante un vuelo de París a Boston el 29 de junio. El avión no regresó y la persona recibió atención médica a su llegada a Estados Unidos. La aerolínea confirmó que el líquido que Battah encontró era sangre mezclada con heces y afirmó haber reemplazado los cojines de los asientos tras el incidente del 29 de junio, pero que el personal de limpieza aparentemente no se percató de que el suelo de la cabina también estaba contaminado. Air France recalcó que posteriormente realizó una limpieza a fondo del avión.
(Según VnExpress)
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