Los investigadores están cada vez más interesados en la posibilidad de que la nutrición materna, así como el impacto de factores ambientales tóxicos, puedan afectar la actividad genética durante las primeras etapas del desarrollo gonadal fetal - Foto: AI
En los mamíferos, el sexo biológico se determina principalmente por los cromosomas: XY produce un macho, XX una hembra. Un gen clave, SRY, inicia la formación testicular si se activa en un embrión XY. Por el contrario, si SRY no se activa, se forman los ovarios.
En un nuevo estudio, científicos japoneses descubrieron que SRY solo puede funcionar gracias a una enzima llamada histona desmetilasa, y esta enzima requiere hierro para realizar su función.
La deficiencia de hierro puede perjudicar la actividad enzimática, provocando que SRY se "desactive" aunque los cromosomas sean XY, lo que lleva al desarrollo de ovarios en lugar de testículos.
Para probar la hipótesis, el equipo alimentó a ratones madres con una dieta deficiente en hierro un mes antes del embarazo y continuó con ella durante las dos primeras semanas del embarazo.
Los resultados mostraron que las madres ratonas presentaban anemia, y los embriones también presentaban signos de anemia. La mayoría de los fetos aún desarrollaban genitales adecuados a sus cromosomas.
Sin embargo, cuando el equipo volvió a analizar a los ratones con un grupo de ratones con una mutación que debilitaba la actividad de la enzima histona desmetilasa, dos de los 43 ratones XY desarrollaron órganos sexuales femeninos (dos ovarios). En cambio, todos los ratones de control desarrollaron órganos sexuales que coincidían con su sexo genético.
El equipo continuó administrando hierro quelante entre los días 6 y 10 de gestación, momento en que se determina el sexo. De los 72 embriones XY nacidos, cuatro tenían dos ovarios y uno tenía ovarios y testículos.
Sorprendentemente, cuando el equipo se centró directamente en un gen responsable del transporte de hierro a las células gonadales, observaron que la expresión del gen SRY se redujo a la mitad. Al nacer, seis de las 39 crías XY tenían dos ovarios, y otra tenía un ovario y un testículo.
Aunque la mayoría de los embriones se desarrollaron normalmente, el estudio abre nuevas vías para comprender cómo los oligoelementos como el hierro pueden interferir en el proceso de determinación del sexo, que durante mucho tiempo se ha considerado "predefinido" y determinado genéticamente.
Actualmente no existe evidencia científica que confirme que un fenómeno similar ocurra en humanos. Sin embargo, los investigadores están cada vez más interesados en la posibilidad de que la nutrición materna, así como los efectos de las toxinas ambientales, puedan influir en la actividad genética durante las primeras etapas del desarrollo de las gónadas fetales, un proceso inherentemente extremadamente sensible y vulnerable.
Este nuevo hallazgo también plantea preguntas más amplias: ¿Desempeña el hierro un papel importante en la regulación de otros genes además del SRY? ¿Influye en el desarrollo del sistema nervioso y otros sistemas biológicos del feto? Estas preguntas abren una prometedora línea de investigación en los campos de la biología del desarrollo y la medicina fetal moderna.
Fuente: https://tuoitre.vn/me-thieu-sat-khi-mang-thai-co-the-khien-gioi-tinh-con-bi-thay-doi-20250609121705382.htm
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