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En otoño, los turistas vietnamitas se sientan junto al lago para admirar el patrimonio del Parque Histórico de Sukhothai. |
Situada en el norte de Tailandia, Sukhothai no solo es el primer reino del pueblo tailandés, sino también un lugar que conserva plenamente los valores culturales tradicionales y un antiguo sistema de templos.
Al llegar aquí, los visitantes tienen la sensación de retroceder en el tiempo, entrando en una tierra de casi 800 años de antigüedad, donde el patrimonio, la gastronomía y la vida comunitaria se fusionan, desde el Parque Patrimonial de Sukhothai hasta la aldea turística comunitaria de Ban Na Ton Chan.
Toca el patrimonio
Un nuevo día en Sukhothai comienza con el ritual Sai Bat (ofrenda matutina) en el Puente del Mérito, frente a la isla del templo. Entre la tenue bruma matutina, lugareños y turistas se congregan a ambos lados del puente, portando bandejas con ofrendas de arroz, alimentos secos, flores frescas o agua. Todo se refleja en la tranquila superficie del lago mientras el alba irrumpe en el horizonte, creando una escena solemne difícil de encontrar en otros lugares.
A las 6:20 en punto, monjes con túnicas amarillo oscuro cruzan el puente con paso ligero, portando cuencos de limosna, aceptando lentamente las ofrendas y deteniéndose de vez en cuando para cantar o estrechar las manos en respuesta. La apacible escena matutina, el solemne fluir de los fieles realizando rituales, ayuda a los visitantes a comprender mejor la vida cotidiana budista, donde la fe y la devoción conviven con el ritmo de la vida diaria.
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Los lugareños y los turistas realizan el ritual Sai Bat, una de las tradiciones más importantes para acumular méritos entre los budistas tailandeses, que demuestra un estilo de vida sencillo y respeto por las enseñanzas budistas. |
La travesía continúa en Wat Si Chum, ubicado en el Parque Histórico de Sukhothai, un complejo de más de 70 kilómetros cuadrados reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad . Oculta tras los cuatro muros de ladrillo enlucidos del santuario se encuentra una estatua de Phra Achana de 11 metros de altura. La luz del amanecer se filtra por las rendijas, bañando la estatua con brillantes rayos de sol y sumiendo a todos en un silencio reverente ante la escena sagrada.
A lo largo del sendero que conduce al lateral de la estatua de Buda se conservan pinturas descoloridas de más de 700 años de antigüedad; en el techo hay más de 50 paneles de pizarra intrincadamente tallados que ilustran escenas del Jataka (historias de las vidas anteriores de Buda).
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Han pasado casi 800 años, pero las reliquias de Sukhothai aún permanecen en pie, conservando la forma de la antigua capital. |
Alquilar una bicicleta para recorrer el Parque Histórico de Sukhothai es la forma ideal de descubrir esta antigua capital. Los campos de hierba dorada, los tranquilos estanques de lotos, las antiguas torres funerarias y los árboles frondosos crean una estampa a la vez antigua y poética, que brinda momentos de paz y relajación a los visitantes.
En medio de la ruta del patrimonio, los visitantes pueden detenerse en Kanetcha Sangkhalok Art para aprender sobre la cerámica Sangkhalok, orgullo de la antigua dinastía. Allí, pueden pintar diseños sobre el esmalte crudo y escuchar la historia de esta cerámica que en su día contribuyó a la prosperidad de la primera capital antigua de Tailandia.
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Recorriendo en bicicleta el Parque Histórico de Sukhothai, los visitantes tienen la oportunidad de disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza, experimentar la elaboración de cerámica y degustar fideos especiales. |
Esta tierra no solo es famosa por su rico patrimonio, sino también por los fideos espirales de Sukhothai (Kuay Teow Sukhothai). Su suave acidez, dulzura, las crujientes judías verdes y sus abundantes ingredientes hacen de este plato rústico de fideos un símbolo de la gastronomía local.
Vida tranquila en el pueblo de Ban Na Ton Chan
Si el Parque Histórico transporta a los visitantes a la época de los reyes, Ban Na Ton Chan les presenta un Sukhothai familiar y tranquilo. El pueblo se encuentra en medio de un valle verde, rodeado de arrozales orgánicos y ondulantes montañas.
Los visitantes viajan en el vehículo agrícola típico del pueblo: un tractor que tira de un vehículo con techo de paja. El recorrido pasa junto a casas rústicas de madera, donde el humo de las cocinas al mediodía y las risas de los niños crean un ritmo rural apacible.
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Un vehículo especial lleva a los turistas a explorar el pueblo de Ban Na Ton Chan. |
Aquí, los visitantes pueden aprender a preparar Khao Perb (papel de arroz al vapor en una vaporera de bambú), moldear muñecas tradicionales, observar a los artesanos teñir telas con barro y, sobre todo, disfrutar de un almuerzo en una casa de familia gestionada por los aldeanos. Tocar los arrozales, tejer en un gran telar o charlar con los lugareños les brindará experiencias inolvidables.
Al salir del pueblo, el viaje lleva a los visitantes a Sawankhalok , una pequeña ciudad que una vez tuvo más de 200 grandes hornos de cerámica a lo largo del río Yom, un lugar que producía cerámica vidriada azul famosa en toda Asia.
Además de aprender sobre las técnicas tradicionales de esmaltado de cerámica, los visitantes también pueden pasear por el casco antiguo y admirar sus coloridos murales que representan la vida, la música, la gastronomía y la artesanía de los habitantes locales.
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Desde aldeas apacibles hasta obras culturales y arquitectónicas únicas, Sukhothai se presenta como una joya en bruto que espera ser explorada por los visitantes. |
Sawankhalok es un testimonio del Sukhothai contemporáneo: el patrimonio no solo se conserva en los museos, sino que también cobra vida en las calles, lo que permite a los visitantes acceder fácilmente a la historia de una manera más juvenil.
Lo que hace tan atractivo a Sukhothai no son solo sus antiguas ruinas o el festival Loy Krathong a la luz de las velas, sino también la armonía entre el pasado y el presente: desde templos de casi 800 años de antigüedad, pueblos artesanales tradicionales, cultura comunitaria y gastronomía local hasta arte contemporáneo. Cada experiencia se entrelaza con la anterior para crear un viaje de múltiples capas, que deja a los visitantes con emociones profundas y novedosas.
Fuente: https://znews.vn/mot-ngay-tai-thu-do-dau-tien-cua-thai-lan-post1603206.html

























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