A principios de junio de 2025, los dos países con las economías más grandes del mundo, Estados Unidos y China, cambiaron sus políticas de exención de visas y de entrada.
En concreto, a partir del 1 de junio, China aplicó oficialmente una política de entrada sin visado por un máximo de 30 días para ciudadanos con pasaportes ordinarios de cinco países de América Latina y el Caribe, entre ellos Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Esta es la primera vez que Pekín extiende unilateralmente su política de exención de visado a países de esta región.

La nueva política permite a los ciudadanos de los cinco países entrar a China sin visado para fines como negocios, turismo , visitas a familiares, intercambios culturales o tránsito. La estancia no puede exceder los 30 días por entrada. Según el anuncio, esta regulación se mantendrá hasta el 31 de mayo de 2026.
Esta medida se considera no solo una maniobra diplomática para ganarse la simpatía de los pueblos latinoamericanos, sino también parte de la estrategia de China para expandir su influencia en la región. Se espera que la exención de visados cree condiciones más favorables para que las empresas, organizaciones y ciudadanos de estos países accedan al mercado chino.
Mientras tanto, a partir del 9 de junio, entrará oficialmente en vigor la prohibición de entrada a Estados Unidos para ciudadanos de 12 países. Según el presidente Donald Trump, esta decisión busca proteger la seguridad nacional.
Los países afectados por la última prohibición de viajes de Estados Unidos incluyen Afganistán, Myanmar, Chad, la República del Congo, Guinea, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Se restringirá la entrada a ciudadanos de siete países: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.

El presidente Donald Trump firmó la orden el 5 de junio, marcando uno de los esfuerzos más ambiciosos en la historia mundial para cambiar el enfoque de Estados Unidos hacia la inmigración global.
La decisión podría afectar a millones de personas que desean venir a Estados Unidos para establecerse, viajar, trabajar o estudiar. Entre las razones esgrimidas por el líder estadounidense, además de las preocupaciones sobre la seguridad nacional, también se encuentran las preocupaciones sobre la fiabilidad de las agencias emisoras de pasaportes, la inspección y el control de inmigrantes, o la alta tasa de inmigrantes que se quedan más tiempo del permitido por sus visas.
El gobierno cubano ha condenado las restricciones de entrada a sus ciudadanos, calificándolas de "racistas" y de socavar los lazos familiares, culturales y académicos entre Cuba y Estados Unidos. Mientras tanto, el presidente de Chad, Mahamat Idriss Deby Itno, anunció que había ordenado a su gobierno suspender la emisión de visas a ciudadanos estadounidenses en respuesta a la medida del presidente Donald Trump. Las Naciones Unidas ya han expresado su preocupación por el amplio alcance y la exhaustividad de la prohibición.
Fuente: https://baogialai.com.vn/my-cam-nhap-canh-12-nuoc-trong-khi-trung-quoc-noi-long-visa-cho-5-quoc-gia-post327338.html
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