El 2 de abril, científicos estadounidenses anunciaron el desarrollo exitoso del marcapasos más pequeño del mundo, más pequeño que un grano de arroz. Con este tamaño, el dispositivo puede insertarse en el cuerpo mediante inyección y ajustarse automáticamente mediante luz.
El diminuto marcapasos no tiene cables y tiene apenas 1 mm de grosor y 3,5 mm de largo, y cabe en la punta de una jeringa, según una investigación publicada en la revista Nature.
El dispositivo se conecta a un parche blando en el pecho del paciente. Cuando el parche detecta un latido irregular, emite una luz automáticamente para alertar al marcapasos.
El marcapasos funciona con una batería galvánica que utiliza los propios fluidos corporales para convertir la energía química en impulsos eléctricos que estimulan el corazón. Hasta el momento, el marcapasos ha funcionado eficazmente en pruebas de laboratorio con ratones, ratas, cerdos, perros y tejido cardíaco humano.
Además de permitir la implantación mediante inyección, el marcapasos también marcó un gran avance cuando fue diseñado para poder "disolverse" en el cuerpo cuando ya no fuera necesario, ahorrando a los pacientes tener que someterse a una cirugía invasiva para extraerlo.
Los marcapasos actuales requieren cirugía para insertar electrodos en el músculo cardíaco y conectar cables a un dispositivo alimentado por energía en el tórax del paciente. Por lo tanto, retirar el dispositivo implica retirar los cables, lo que puede causar daños.
El autor del estudio, John Rogers, de la Universidad Northwestern (EE. UU.), estima que el nuevo marcapasos podría iniciarse en ensayos clínicos en humanos en los próximos dos o tres años. El dispositivo podría utilizarse en niños con cardiopatías congénitas que necesiten un marcapasos temporal o en pacientes mayores que necesiten restablecer un ritmo cardíaco normal tras una cirugía cardíaca.
Aunque todavía faltan años para las pruebas en humanos, el nuevo mini marcapasos inalámbrico ha sido aclamado como un “avance transformador” no sólo en cardiología, sino que también podría impulsar avances en otras áreas de la medicina.
El investigador Bozhi Tian dijo que el cambio de paradigma en la estimulación cardíaca temporal y la medicina bioelectrónica podría abrir posibilidades de gran alcance en los campos de la regeneración nerviosa, la curación de heridas y los implantes inteligentes integrados.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/my-che-tao-thanh-cong-may-tao-nhip-tim-co-kich-co-nho-hon-hat-gao-post1024576.vnp
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