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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el 22 de noviembre el estado de emergencia por el agua contaminada con plomo en las Islas Vírgenes estadounidenses, después de que pruebas en St. Croix mostraran niveles de plomo en el agua 100 veces superiores al límite establecido por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
Según AP, este es uno de los peores incidentes de contaminación que ha afectado a una comunidad estadounidense en décadas. Las autoridades pidieron a la gente que dejara de usar agua del grifo y comenzaron a repartir cupones para comprar agua embotellada.
En septiembre, las autoridades realizaron pruebas de rutina en grifos residenciales, siguiendo las normas de la EPA para la detección de plomo. Los resultados mostraron que el agua era segura. Sin embargo, los isleños afirman que el color ha empeorado.
Los expertos dicen que los resultados de las pruebas pueden ser falsos porque no cumplen con los estándares de la EPA.
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