La falta de sueño se ha relacionado anteriormente con problemas como la obesidad, la presión arterial alta, los accidentes cerebrovasculares, las enfermedades cardíacas y la demencia.
Y ahora, una nueva investigación, publicada en la revista del Instituto Nacional del Cáncer del Reino Unido JNCI, descubrió que los hombres que permanecían despiertos durante 30 minutos o más en medio de la noche tenían un 20% más de probabilidades de desarrollar cáncer de próstata, según la revista. Correo diario.
Este es el tipo de cáncer más común en los hombres y el segundo tipo de cáncer más peligroso en el mundo.
Expertos del Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. analizaron datos de más de 30.000 hombres británicos que llevaban dispositivos de seguimiento para medir los movimientos nocturnos y las alteraciones del sueño.
Ninguno de los participantes tenía cáncer de próstata al inicio del estudio.
Durante un período de seguimiento de aproximadamente 7,6 años, a 1.152 hombres se les diagnosticó un alto riesgo de cáncer de próstata.
Los resultados encontraron que las personas que se despiertan durante 30 minutos o más en medio de la noche tienen entre un 15 y un 20% más de riesgo de desarrollar cáncer de próstata en el futuro.
Y las personas que permanecen despiertas durante 60 minutos o más tienen un riesgo aún mayor de sufrir cáncer de próstata.
Los investigadores descubrieron que la interrupción del sueño puede ser un factor de riesgo importante para la aparición de enfermedades.
Pero el análisis mostró que no había ningún vínculo entre quedarse despierto hasta tarde y la enfermedad, y la dificultad para conciliar el sueño tampoco estaba relacionada.
Los científicos creen que el peligro proviene de la alteración de los ritmos circadianos (el reloj interno del cuerpo), que a su vez reduce los niveles de la hormona melatonina, que induce el sueño.
Estudios anteriores también han relacionado la interrupción del sueño con un mayor riesgo de cáncer.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer incluso incluye la interrupción del sueño como un carcinógeno "probable" o causa de cáncer, según Correo diario.