Lanzamiento de un misil de crucero ruso (Foto: TASS).
Newsweek informó que durante una visita a la Corporación de Misiles Tácticos de Rusia en Moscú el 14 de marzo, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ordenó duplicar la producción de armas guiadas de precisión.
"La principal tarea ahora es duplicar la producción. Creo que es posible. No solo nuestros enemigos carecen de estas armas, sino que las fuerzas armadas de todos los demás países del mundo tampoco las tienen", afirmó Shoigu.
Según el Sr. Shoigu, la Corporación Rusa de Misiles Tácticos cuenta con los recursos necesarios, especialistas altamente cualificados e instalaciones de producción de alta calidad. Por lo tanto, duplicar la producción de armas de precisión es un objetivo difícil, pero alcanzable.
La Corporación Rusa de Misiles Tácticos se fundó en enero de 2002 y se especializa en la producción de armas como misiles guiados multipropósito, misiles antibuque y antirradar, misiles aire-aire, bombas guiadas y armas navales.
La orden del Sr. Shoigu se produce en medio del conflicto en curso entre Rusia y Ucrania. Se dice que ambas partes se están quedando sin armas tras más de un año de combates.
En enero, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, declaró que Rusia había agotado la mayor parte de su inventario de misiles de crucero Kalibr, misiles balísticos Iskander y drones de fabricación iraní. Citando fuentes de inteligencia, afirmó que Rusia solo tenía alrededor del 19 % de sus misiles estratégicos, el 78 % de sus misiles tácticos y el 12 % de sus drones fabricados en Irán.
Yuriy Ihnat, portavoz de la Fuerza Aérea Ucraniana, afirmó que a Rusia le quedaban menos de 100 misiles Iskander, lo que la obliga a utilizar en su lugar misiles S-300 y S-400. «El enemigo está utilizando su potencial, ya que Rusia ya ha producido muchos misiles S-300», declaró.
Desde octubre del año pasado, Rusia ha estado realizando ataques a gran escala con misiles y drones contra importantes objetivos de infraestructura en Ucrania. Estos ataques han consumido una gran cantidad de misiles y drones de Moscú. Los analistas occidentales creen que esta es la razón por la que Rusia ha comenzado a reducir la frecuencia de los ataques a gran escala y a utilizar diversos tipos de misiles en un solo ataque.
Más recientemente, el 9 de marzo, Rusia disparó unos 95 misiles en un ataque aéreo, incluidos 6 misiles hipersónicos Kinzhal. Los observadores creen que esto indica que Rusia se está quedando sin misiles guiados.
Las sanciones occidentales limitan significativamente la capacidad de producción de misiles de Rusia. La cantidad de misiles utilizados en el ataque de la mañana del 9 de marzo equivale a la producción de misiles de un mes, comentó un funcionario ucraniano.
Margo Grosberg, jefa del servicio de inteligencia de Estonia, evaluó a finales de enero que a Rusia sólo le quedaban misiles para tres o cuatro meses más.
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