Del 1 al 5 de agosto, Rusia y China realizarán un ejercicio naval a gran escala denominado "Interacción Marítima 2025" en aguas cercanas a Vladivostok, en el este de Rusia. Esta es una de las actividades militares bilaterales más destacadas entre ambos países este año, en un contexto de relaciones de defensa cada vez más estrechas y tensiones que aún no se han calmado.

Según el Ministerio de Defensa Nacional de China, el ejercicio involucró buques de guerra, submarinos diésel-eléctricos y aeronaves navales de ambos bandos. La Armada china envió al destructor Tipo 052 Shaoxing al mando de la formación, mientras que Rusia desplegó el gran buque antisubmarino Admiral Tributs para liderar la formación. El ejercicio incluyó guerra antisubmarina, defensa aérea, búsqueda y rescate, y ejercicios con fuego real.
Aunque tanto Moscú como Pekín han declarado que el ejercicio forma parte de su plan anual de cooperación y no está dirigido a ningún país en particular, los analistas afirman que transmite numerosos mensajes estratégicos. En el contexto del aumento de la presencia militar de Estados Unidos y sus aliados en la región Asia- Pacífico , el continuo fortalecimiento de la cooperación en defensa entre Rusia y China se considera una medida para demostrar su postura común y fortalecer su influencia en la región, sensible a la geopolítica.
Según datos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), en los últimos 20 años, Rusia y China han realizado más de 100 ejercicios conjuntos, con un fuerte aumento desde 2018. Además de las actividades de entrenamiento, los dos países también realizan regularmente patrullas navales y aéreas conjuntas en áreas cercanas a Japón, la Península de Corea y el Mar de China Oriental, lugares donde están presentes las fuerzas estadounidenses.
Inmediatamente después de este ejercicio, ambos países también planearon continuar con una sexta patrulla naval conjunta, lo que demuestra el creciente nivel de coordinación. Mientras tanto, el despliegue del ejercicio en aguas cercanas a Japón también atrajo la atención del público regional, especialmente en el contexto de la actual disputa de soberanía entre Rusia y Japón sobre las Islas Kuriles del Sur.

Aunque aún no han establecido una alianza militar formal, Rusia y China están aumentando gradualmente su capacidad de coordinación, especialmente en situaciones de combate conjunto. Los observadores afirman que ambas partes aspiran a un objetivo a largo plazo: establecer un nuevo equilibrio en el mar, donde Estados Unidos y sus aliados no tengan la ventaja.
Además de los elementos técnicos y de entrenamiento, el ejercicio "Interacción Marítima 2025" refleja claramente la tendencia de los países a utilizar la armada como principal herramienta en su competencia por la influencia. Con la capacidad de desplegarse lejos de la costa, controlar el espacio marítimo y conectar fuerzas armadas, la armada se está convirtiendo en el centro de las estrategias modernas de defensa y disuasión.
No es casualidad que China y Rusia hayan elegido este momento para coordinar sus acciones. En el contexto del creciente apoyo militar de Estados Unidos a Ucrania y la continua promoción de alianzas de seguridad en Asia, la realización de ejercicios de alta intensidad entre ambos países es una forma de reafirmar sus respectivos roles e intereses en la región del Pacífico, que se está convirtiendo en el nuevo foco de la competencia global.
Fuente: https://khoahocdoisong.vn/nga-trung-tap-tran-quy-mo-lon-tren-bien-post2149043266.html
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