¿Permitir que las parejas decidan cuántos hijos quieren tener puede revertir el descenso de la fertilidad y el desequilibrio de género?
La tendencia de tener un solo hijo será una carga para la población en el futuro - Ilustración: AI
Según informa Tuoi Tre Online , el Ministerio de Salud acaba de presentar un documento al Gobierno proponiendo desarrollar una Ley de Población, que permita a las parejas y a los individuos decidir cuándo dar a luz, el número de hijos y el intervalo entre nacimientos.
Pasos necesarios
Permitir que las parejas y los individuos decidan el número de hijos, el espaciamiento entre nacimientos o permitir que las trabajadoras extiendan su licencia de maternidad a siete meses cuando dan a luz un segundo hijo... son pasos importantes para alcanzar el objetivo de mantener la fertilidad de reemplazo y reducir el desequilibrio de género al nacer.
En los últimos años, la disminución de las tasas de fecundidad y el desequilibrio de género al nacer se han convertido en grandes desafíos para la política de población de nuestro país.
Las estadísticas muestran que la tasa de fecundidad nacional está cayendo por debajo del nivel de reemplazo, de 2,11 hijos por mujer en 2021 a 1,91 hijos por mujer en 2024.
Al mismo tiempo, la proporción de sexos al nacer sigue siendo alta, lo que genera el riesgo de un grave desequilibrio en el futuro cercano.
Sin una intervención oportuna, se prevé que para el año 2054 la población comenzará a experimentar un crecimiento negativo. Esto tiene graves consecuencias, desde una disminución de la fuerza laboral hasta una carga para la seguridad social.
En respuesta, además de las políticas de promoción de la natalidad propuestas mencionadas anteriormente, el Ministerio de Salud también propuso apoyar a las mujeres que tienen dos hijos en zonas industriales y localidades con bajas tasas de natalidad para que alquilen o compren viviendas sociales...
Se puede decir que las propuestas representan un avance en la política de población en comparación con el pasado, cuando Vietnam aplicaba medidas para limitar los nacimientos para controlar la población.
Sin embargo, una pregunta importante es si estas políticas de incentivos son suficientes para revertir la tendencia decreciente de la fertilidad.
En realidad, las medidas pro natalidad no pueden limitarse a extender la licencia de maternidad o brindar apoyo para la vivienda.
La clave más importante para aumentar la fertilidad es crear un entorno familiar en el que la decisión de tener, cuidar y criar hijos se convierta en una opción económica y socialmente viable para cada pareja.
Países como Francia y Suecia han logrado mantener niveles de fertilidad estables mediante fuertes políticas de apoyo financiero, incluidos subsidios por hijo, incentivos fiscales y sistemas públicos de salud y educación gratuitos o de bajo costo.
Las políticas de apoyo que apunten a los incentivos del estilo de vida actual serían lo suficientemente atractivas como para cambiar la decisión de las personas de tener hijos.
Eliminar barreras para grupos con potencial de tener muchos hijos
Otro punto de preocupación es que las buenas políticas de promoción de la fertilidad no sólo ayudan a mantener los niveles de fertilidad de reemplazo sino que también pueden contribuir a reducir los desequilibrios sexuales al nacer.
Cuando el número de hijos está limitado a un nivel bajo, muchas familias tienden a priorizar tener varones, lo que conduce a la selección del género del feto.
Por el contrario, si se aumentan las tasas de fertilidad, se reducirá la presión de tener un hijo en el primer parto, lo que contribuirá a aumentar naturalmente la proporción de niñas que nacen.
Para ser óptimas, las políticas de fertilidad deberían estar diseñadas para motivar a las familias a tener más hijos sin poner demasiado énfasis en el género.
Esto podría incluir medidas como incentivos financieros especiales para familias con tres o más hijos, o incluso políticas más estrictas que incentiven a las familias con sólo niñas, incluyendo apoyo financiero.
Si fomentamos la maternidad pero ponemos barreras a los grupos que probablemente tendrán muchos hijos, podemos reducir inadvertidamente la eficacia de la política de promoción de la natalidad.
Un enfoque más sensato sería eliminar por completo las regulaciones que limitan el número de niños y centrarse en garantizar una educación y un cuidado infantil de calidad.
Las localidades con bajas tasas de natalidad pueden probar políticas más flexibles antes de ampliarlas a todo el país.
No hay que limitarse a apoyar a las mujeres para que tengan dos hijos, sino que hay que avanzar hacia el fomento de la tenencia de tres o más hijos en familias con condiciones económicas estables.
Crear un entorno favorable para la familia brindando apoyo financiero, beneficios para los niños, reducciones de impuestos sobre la renta para familias numerosas y mejorando los sistemas de educación y atención de la salud.
Promover la propaganda sobre la igualdad de género para cambiar la percepción sobre el papel de las hijas en la familia, reduciendo así la situación de selección del sexo fetal.
En otras palabras, la última propuesta del Ministerio de Salud sugiere que la política de población necesita cambiar en una dirección flexible y práctica y no estar limitada por regulaciones que ya no son apropiadas.
De lo contrario, Vietnam se enfrentará a una grave crisis demográfica. No es sólo una cuestión de cantidad, sino también de calidad de los recursos humanos y de desarrollo sostenible del país.
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Fuente: https://tuoitre.vn/ngoai-de-xuat-cho-vo-chong-tu-quyet-dinh-so-con-can-lam-gi-de-tang-muc-sinh-20250131112027004.htm
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