El otoño en Hanói posee una belleza distintiva, con un clima fresco, hojas amarillas que caen y un espacio lleno de tranquilidad y romance. Estos factores influyen profundamente en el estado de ánimo de cada persona, generando diversos sentimientos y reacciones ante la belleza del otoño.
Además, hay una razón más especial que resalta la diferencia en los sentimientos de la gente aquí, que es la presencia de la flor de leche.
A principios de otoño, las flores de leche florecen y su fuerte fragancia se ha convertido en un símbolo indispensable del otoño en Hanoi.
En Hanói, muchas calles están sembradas con esta típica flor de otoño, desde la calle Nguyen Du, mencionada en poesía, hasta muchas otras. En la calle Nguyen Chi Thanh, a ambos lados de la vía, desde la intersección del paso elevado con la calle Lang hasta la intersección con la calle Tran Duy Hung, se encuentran numerosas flores de leche.
Los árboles de flor de leche están cargados de pequeñas flores que florecen juntas, formando grandes racimos de flores, y se han convertido en un lugar de registro imprescindible en los cuadernos de muchas "musas".
Sin embargo, ese aroma tan distintivo se ha convertido en el centro de una controversia, provocando que los hanoisenses se "dividan en dos facciones" con opiniones opuestas sobre su valor en el espacio otoñal.

¿Por qué hay división?
Los amantes de la flor de leche la consideran un símbolo indispensable del verdadero otoño. Su dulce y seductora fragancia no solo brinda una sensación placentera y relajante, sino que también evoca hermosos recuerdos de Hanói.
Para ellos, el otoño capitalino estaría incompleto sin la imagen y el aroma distintivo de la flor de la leche. Esta flor contribuye a hacer que el ambiente otoñal sea más cálido, apacible e íntimo.
El otoño no es sólo la transformación de la naturaleza con la caída de las hojas amarillas, sino que también contiene emociones profundas, veladas románticas o paseos para ver las calles.
Por el contrario, a muchas personas les incomoda el aroma característico de la flor de leche. Para ellas, este aroma es demasiado fuerte y a veces les causa dolor de cabeza o sensación de pesadez.
Especialmente en las noches de otoño, cuando las flores de leche florecen y su fragancia se extiende por todas partes, provocando involuntariamente una sensación de asfixia indeseada en muchas personas. Su imponente presencia no solo les causa molestia, sino que a veces también evoca recuerdos desagradables o fatiga ante la densa cantidad de polen de la ciudad.

Un sentido de cohesión espacial y temporal
Para quienes aman Hanói, la flor de leche es siempre una imagen indispensable del otoño. Su suave fragancia se funde con la belleza del casco antiguo, los cafés de carretera o la tranquilidad de las calles, creando parte del alma del otoño en Hanói, a la vez familiar y romántica.
Por el contrario, a algunas personas no les interesa la flor de leche, considerándola una característica demasiado familiar de la ciudad, lo que a veces les causa una sensación de asfixia e incomodidad. Para ellas, los colores otoñales de Hanói quedan algo eclipsados por el intenso aroma de esta flor, haciendo que la delicada belleza de la estación parezca lejana.
Lo ames o lo odies, no se puede negar que la presencia de la flor de leche sigue siendo una parte indispensable de la imagen típica del otoño de Hanoi.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/nguyen-nhan-gi-khien-nguoi-ha-noi-chia-hai-phe-khi-mua-thu-den-post1062814.vnp






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