(CLO) Se están utilizando diminutos códigos QR, de menos de 2,6 mm de diámetro, para registrar el comportamiento de búsqueda de alimento de las abejas melíferas en Pensilvania y Nueva York.
Miles de abejas en ambos estados han sido equipadas con códigos QR en sus espaldas, lo que permite a los científicos rastrear sus movimientos al entrar y salir de sus colmenas. Este innovador estudio combina entomología e ingeniería eléctrica para explorar el rango de vuelo de las abejas en su búsqueda de alimento.
Los primeros resultados sugieren que la mayoría de los vuelos duran solo unos minutos, pero algunas abejas pueden permanecer alejadas de la colmena durante más de dos horas. Este estudio, publicado en HardwareX, podría cambiar la comprensión del comportamiento de las abejas, especialmente en relación con la apicultura ecológica.
Un investigador coloca una etiqueta a una abeja. (Foto: Penn State)
Anteriormente, los científicos dependían en gran medida de la observación directa para estudiar la actividad de las abejas, pero este método presenta muchas limitaciones. Según la profesora asociada Margarita López-Uribe, de la Universidad Estatal de Pensilvania, el nuevo sistema utiliza sensores de cámara automatizados en la entrada de la colmena para registrar los movimientos de cada abeja mediante códigos QR.
Esta tecnología proporciona datos precisos y continuos sobre la actividad de búsqueda de alimento de las abejas, lo que permite realizar estudios a una escala sin precedentes sobre su comportamiento. López-Uribe destaca que los humanos solo pueden observar un rango limitado, mientras que el aprendizaje automático puede recopilar datos más completos.
A lo largo de la temporada, el equipo marcó 600 abejas jóvenes cada dos semanas, realizando un seguimiento de más de 32.000 abejas en total. El sistema registró datos sobre cuándo salían de la colmena, cuándo regresaban, la temperatura ambiente y otros comportamientos de búsqueda de alimento.
El análisis de los datos mostró que, si bien la mayoría de los viajes de las abejas fueron cortos, aproximadamente el 34 % pasó más de dos horas fuera de la colmena. Esto podría deberse a viajes de recolección prolongados o a que las abejas no regresaron a la colmena.
Comprender las distancias de vuelo de las abejas es importante para la apicultura ecológica.
En 2010, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos recomendó que las colmenas orgánicas se ubicaran lejos de las zonas con pesticidas, partiendo de la premisa de que las abejas podían volar hasta 10 kilómetros. Sin embargo, este estudio reveló que la mayoría de las abejas volaban distancias más cortas, lo que abre la posibilidad de ajustar la normativa para que refleje mejor la realidad y facilite el acceso de los apicultores a la certificación orgánica, afirmó López-Uribe.
Ha Trang (según HardwareX, BBC Wildlife)
Fuente: https://www.congluan.vn/nhung-chu-ong-deo-ma-qr-tiet-lo-nhung-bi-an-tu-to-ong-post332851.html






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