1. Síntomas de la rinitis alérgica
Los síntomas típicos de la rinitis alérgica incluyen:
Picazón nasal y estornudos: Este es el síntoma más común y muy molesto. Picazón nasal y estornudos cuando el clima cambia repentinamente, acompañados de espasmos musculares o dolor de cabeza al estornudar; picazón en la piel del cuello, ojos, garganta o conducto auditivo externo.
Nariz congestionada y congestión nasal: Cuando se sufre de rinitis alérgica, la mucosa nasal se inflama y se llena de agua, lo que provoca congestión nasal y dificultad para respirar. La secreción nasal es inicialmente clara y líquida, y luego se espesa gradualmente. En caso de infección secundaria, la secreción nasal se vuelve turbia y verde o amarilla. La dificultad para respirar hace que el paciente respire por la boca, lo que provoca sequedad bucal y de garganta. La congestión nasal provoca el reflujo de la secreción nasal. Este proceso provoca un reflejo de tos, incluso tosiendo mucho.
- Fatiga: Además de los síntomas mencionados, los pacientes a menudo presentan dolores corporales y se sienten letárgicos.
Estornudos, secreción nasal, congestión nasal... son síntomas desagradables de la rinitis alérgica.
2. Medicamentos para el tratamiento de la rinitis alérgica y notas al utilizarlos
Actualmente no existe un tratamiento específico para la rinitis alérgica, pero se utilizan principalmente medicamentos para aliviar los síntomas. Los medicamentos más comunes incluyen:
Medicamentos para la higiene nasal: Antes de usar otros medicamentos, lo primero que debe hacer es limpiar la nariz para despejarla y reducir la sequedad y el picor. La solución salina de NaCl al 0,9 % es un producto que se recomienda con frecuencia. El NaCl al 0,9 % se prepara en forma de gotas y aerosoles nasales. Este medicamento diluye la secreción nasal, facilita su salida y suaviza la mucosa nasal.
El NaCl al 0,9% es muy seguro, tiene pocos efectos secundarios y se puede utilizar en mujeres embarazadas, bebés, ancianos... En el caso de los niños, al limpiarse la nariz, los padres deben tener cuidado de evitar impactos fuertes que puedan dañar la mucosa nasal del niño.
Antihistamínicos: La histamina es una sustancia química producida por el cuerpo que provoca reacciones alérgicas. Cuando se tiene rinitis alérgica, se libera histamina, lo que provoca síntomas como goteo nasal, picazón en los ojos, estornudos y picazón nasal.
Para el tratamiento de la rinitis alérgica, se suelen recetar antihistamínicos de primera generación (antihistamínicos H1) con receptores H1, como prometazina, clorfeniramina y difenhidramina, con un alto efecto antialérgico. Sin embargo, estos fármacos tienen la desventaja de causar sequedad ocular, somnolencia, visión borrosa, sequedad bucal y estreñimiento.
Los antihistamínicos de segunda generación que pueden superar los efectos secundarios mencionados incluyen loratadina, astemizol, fexofenadina, cetirizina... Por lo tanto, hoy en día los antihistamínicos de segunda generación son más utilizados que los fármacos de primera generación.
Sin embargo, el tipo de antihistamínico que sea más efectivo depende del caso. Además, los antihistamínicos serán más beneficiosos si se usan al inicio de la alergia. Si la alergia ha sido prolongada, los antihistamínicos no serán muy efectivos.
Descongestionantes: La congestión nasal es el síntoma más molesto de la rinitis alérgica. Por ello, los pacientes suelen usar descongestionantes. Se presentan en forma de gotas nasales, aerosoles o presentaciones orales.
Algunas gotas/sprays nasales de uso común como: Efedrina, nafazolina, oximetazolina... tienen el efecto de contraer los vasos sanguíneos en la mucosa nasal, ayudando a reducir la hinchazón, ayudando así a despejar y aliviar la congestión nasal.
Debido a que los descongestionantes nasales actúan rápidamente y facilitan la respiración inmediatamente después de su instilación o aplicación, los pacientes tienden a abusar de ellos. Sin embargo, si se usan en exceso durante más de 7 días o con frecuencia, pueden producirse efectos adversos como resistencia a los medicamentos, adicción, recaídas repetidas y dificultad para tratar completamente la enfermedad debido a la fibrosis de la mucosa nasal.
Los medicamentos orales que contienen fenilpropanolamina actúan contrayendo los vasos sanguíneos, reduciendo la inflamación de las membranas mucosas y ayudando a drenar el líquido y a aliviar rápidamente la congestión nasal. Este medicamento solo debe usarse tras consultar a un médico. Los efectos secundarios comunes incluyen nerviosismo, temblores, retención urinaria y palpitaciones.
Las reacciones más graves pueden incluir dificultad para respirar, opresión en la garganta, hinchazón de labios, lengua/cara, sarpullido, convulsiones, alucinaciones, latidos cardíacos irregulares, mareos, dolor de cabeza, ansiedad, inquietud, náuseas, vómitos, sudoración... Si experimenta alguno de estos efectos secundarios, notifique a su médico para recibir un tratamiento oportuno.
Use los medicamentos según las indicaciones de su médico para obtener mejores resultados del tratamiento.
Corticoides: Tienen efectos antiinflamatorios e inhiben la liberación de citocinas, lo que ayuda a reducir los síntomas de la rinitis alérgica. Dependiendo de la afección, los corticosteroides pueden administrarse en aerosol o por vía oral.
+ Espray de corticoides: Los esprays con corticoides ayudan a reducir rápidamente la inflamación de la mucosa nasal y a mejorar la enfermedad mediante mecanismos antiinflamatorios. Los esprays de corticoides tienen menos efectos secundarios que los medicamentos orales. El fármaco se recomienda para el tratamiento de la rinitis alérgica en niños de 2 años o más (según el tipo de fármaco).
Sin embargo, los pacientes no deben abusar de los medicamentos, sino utilizarlos según las instrucciones del médico.
+ Corticosteroides orales: Suelen usarse menos en el tratamiento de la rinitis alérgica debido a sus numerosos efectos secundarios peligrosos. Los corticosteroides orales, si se usan en dosis altas, pueden causar osteoporosis, úlceras estomacales, aumento de la glucemia e insuficiencia suprarrenal.
Los médicos evaluarán los riesgos y los beneficios antes de recetar corticosteroides orales para la rinitis alérgica en pacientes con rinitis grave.
Antibióticos: Solo se utilizan cuando la rinitis alérgica se acompaña de sobreinfección bacteriana. Los antibióticos recomendados incluyen cefalosporinas, penicilinas, etc. Durante el tratamiento, los pacientes deben seguir estrictamente el régimen para evitar el riesgo de resistencia a los antibióticos y otras complicaciones.
La rinitis alérgica no es peligrosa, pero afecta considerablemente la calidad de vida del paciente. Usar la medicación adecuada, una dieta equilibrada y limitar la exposición a factores de riesgo ayudará a los pacientes a prevenir la recurrencia de la enfermedad.
Dra. Do Thi Dung
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