Lunes, 22 de julio de 2024, 09:15 (GMT+7)
-Tomates verdes
Aunque contiene muchos nutrientes valiosos, contiene una gran cantidad de alcaloides, que pueden causar intoxicación si se consumen en exceso. Los síntomas de intoxicación por tomate verde incluyen fatiga, náuseas, vómitos, diarrea y gastritis.
Durante la maduración del tomate, la cantidad de alcaloides disminuye gradualmente y desaparecerá cuando el fruto se vuelva rojo.
Por lo tanto, no debes comer tomates verdes, y si aún los utilizas, no debes hacerlo en exceso ni con demasiada frecuencia.
Calabaza para mucho tiempo
La calabaza no solo es deliciosa y nutritiva, sino que también cura muchas enfermedades. Sin embargo, dejarla reposar demasiado tiempo puede ser peligroso para la salud. Tiene un alto contenido de azúcar y, si se deja mucho tiempo, fermenta y se altera.
Las personas que consumen este tipo de calabaza pueden intoxicarse, presentando síntomas como mareos, somnolencia, debilidad general, vómitos y diarrea.
Si la calabaza huele a alcohol, está podrida y no debe comerse.
Oreja de madera fresca
La oreja de madera fresca contiene porfirina, una sustancia sensible a la luz. Si se consume en exceso, al exponerse a la luz solar, se puede presentar dermatitis, picazón, hinchazón y dolor.
La mayor parte de la porfirina de la ortiga se descompone al secarse. Por lo tanto, se recomienda usar ortiga seca, remojarla en agua y cocinarla para garantizar su seguridad. Remojar la ortiga seca en agua antes de cocinarla ayudará a disolver la porfirina restante. Al remojar la ortiga seca, es importante cambiar el agua con frecuencia; es mejor no remojarla más de dos horas, ya que un remojo prolongado puede favorecer la proliferación de bacterias.
Jengibre podrido y magullado
Si ves que la raíz de jengibre está podrida o magullada, debes tirarla y no comerla, porque entonces la raíz de jengibre ya no será segura.
El jengibre podrido contiene una potente toxina llamada safrol. Los intestinos absorben fácilmente esta toxina y la transfieren rápidamente al hígado, causando intoxicación hepática. El consumo regular de jengibre podrido y triturado aumenta el riesgo de cáncer de hígado y de esófago.
Yuca cruda
La yuca puede ser una verdura venenosa si no se sabe cómo prepararla. La yuca cruda contiene glucósidos cianogénicos, que estimulan la producción de cianuro de hidrógeno, una sustancia altamente tóxica. Esta sustancia puede causar una intoxicación aguda, comúnmente conocida como intoxicación por yuca, e incluso puede causar parálisis y la muerte.
patatas germinadas
Las patatas germinadas son, de hecho, una verdura venenosa que mucha gente aún consume. Contienen una gran cantidad de solanina, una sustancia que puede causar una intoxicación mortal en dosis de 0,2 a 0,4 gramos por kg de peso corporal.
Los síntomas de intoxicación por solanina incluyen vómitos, diarrea, dolor de cabeza, parálisis del sistema nervioso central, coma y, en raras ocasiones, la muerte. Aunque la intoxicación grave por solanina por consumo de patatas solo ocurre en casos excepcionales (comer demasiadas patatas o germinados), es recomendable desechar las patatas que hayan germinado o se hayan vuelto verdes.
Brotes de bambú sin procesar
Los brotes de bambú contienen glucósidos de cianógeno, una sustancia tóxica que puede causar entumecimiento bucal, mareos, vómitos, dificultad para respirar e incluso convulsiones, coma y paro cardíaco. Nunca consuma brotes de bambú frescos o poco cocidos para evitar intoxicaciones.
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Fuente: https://laodong.vn/suc-khoe/nhung-rau-cu-an-thuong-xuyen-co-the-gay-ngo-doc-1369667.ldo
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