La comida preparada se vende en todas partes y está fuera de control.
En los últimos años, la costumbre de consumir alimentos procesados en el mercado se ha vuelto cada vez más popular, especialmente entre los trabajadores que disponen de poco tiempo para cocinar. Sin embargo, es preocupante que la mayoría de los comercios que venden alimentos procesados en el mercado no garanticen condiciones de higiene, lo que supone un riesgo potencial de intoxicación alimentaria.
En el mercado de la aldea de Ong Hao, comuna de Nguyen Van Linh, muchos puestos venden carne cruda, jamón, pato asado, verduras encurtidas, etc., directamente en las mesas, sin techo ni armarios. Las zonas de alimentos cocinados y frescos están entrelazadas, con aguas residuales por todas partes y moscas revoloteando. Algunos vendedores usan mascarillas, pero no guantes durante el procesamiento, y las herramientas de procesamiento son rudimentarias y antihigiénicas. La basura y las aguas residuales no se recogen ni tratan adecuadamente, lo que aumenta aún más el riesgo de contaminación.
Muchos consumidores aún eligen sus alimentos con naturalidad. La Sra. Tran Thi Thanh Nga, trabajadora de la comuna de Nguyen Van Linh, comentó: «Después del trabajo, voy al mercado a comprar comida para mayor comodidad. Muchos días, cuando estoy cansada, compro alimentos procesados, sin saber su origen, pero como estoy acostumbrada, simplemente los compro».
Según las estadísticas, la provincia de Hung Yen cuenta actualmente con unos 320 mercados, de los cuales, principalmente pequeños y temporales, no cumplen las condiciones para garantizar la higiene y la seguridad alimentaria. Algunos grandes mercados tienen zonas de distribución de alimentos claramente divididas, pero muchos otros carecen de la inversión adecuada, lo que supone un riesgo de pérdida de seguridad alimentaria.
Es necesario reforzar la inspección y concienciar a la población
En realidad, la mayoría de los negocios de alimentos en el mercado no cuentan con certificados de seguridad alimentaria, no están registrados para operar ni han recibido capacitación en seguridad alimentaria. Mientras tanto, los consumidores aún mantienen la mentalidad de "está bien si estás acostumbrado", eligiendo los alimentos basándose principalmente en los sentidos, ignorando factores como el origen, las condiciones de almacenamiento, la fecha de caducidad, etc.
La Sra. Nguyen Thi Thuy, del barrio de Pho Hien, comentó: «Mi casa está cerca del mercado, así que sigo comprando comida allí todos los días. La comida preparada es práctica y barata. Sé que no es tan limpia como el supermercado, pero estoy acostumbrada, así que sigo comiéndola».
Lo que es más preocupante, en días calurosos, los alimentos mal conservados pueden echarse a perder fácilmente, contaminarse y causar intoxicación alimentaria aguda. Si bien los vendedores aún no son conscientes de su responsabilidad con la salud pública, los consumidores se distraen fácilmente e ignoran las advertencias sobre el uso seguro de los alimentos. Además, el personal directivo de las instalaciones todavía es limitado, las labores de inspección y control de la seguridad e higiene de los alimentos no se llevan a cabo con regularidad y faltan sanciones enérgicas.
Para mejorar la seguridad alimentaria en los mercados tradicionales, se requiere una intervención drástica de múltiples partes. En primer lugar, las autoridades deben intensificar la propaganda y concienciar a vendedores y compradores sobre los efectos nocivos de los alimentos contaminados. Además, deben reforzar la inspección y los controles, gestionar con rigor los casos de infracciones de seguridad alimentaria y exigir a los pequeños comerciantes que firmen un compromiso de no comerciar con alimentos de origen desconocido.
Las localidades necesitan implementar pronto un modelo de mercado de seguridad alimentaria con infraestructura sincronizada, zonificación clara, áreas de procesamiento separadas, agua potable y sistemas adecuados de tratamiento de residuos y aguas residuales. Al mismo tiempo, se debe alentar a las personas a priorizar la elección de alimentos de origen claro y controlado, y limitar el consumo de alimentos poco higiénicos a pesar de su conveniencia.
La protección de la salud pública comienza con cada comida diaria. Para lograrlo, además de la participación de las autoridades, los consumidores deben primero concienciarse, aumentar su vigilancia y decir "no" a los alimentos inseguros.
Fuente: https://baohungyen.vn/noi-lo-mat-an-toan-thuc-pham-tu-cac-cho-dan-sinh-3182413.html
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