
El Sr. Nguyen Hai Tuan, Subdirector del Departamento de Administración General del Departamento de Educación y Capacitación, declaró: «Tan pronto como recibimos la noticia de la tormenta n.º 11, el departamento elaboró un plan y recomendó a sus líderes que ordenaran a las escuelas revisar las instalaciones, reforzar las aulas y trasladar el equipo y los registros a lugares seguros. Gracias a esa cuidadosa preparación, aunque más de 40 de las 647 escuelas de la provincia se vieron afectadas por tormentas e inundaciones, para el 13 de octubre, más del 99 % de las escuelas habían estabilizado la enseñanza y el aprendizaje, y solo unas pocas escuelas en zonas bajas continuaron con la limpieza y desinfección para dar la bienvenida a los estudiantes pronto».
En la Escuela Secundaria con Internado Étnico Huu Lung (Comuna de Huu Lung), las inundaciones dañaron numerosas instalaciones, aulas y dormitorios, cubriéndolos de lodo. Para normalizar rápidamente las clases, con el espíritu de limpieza a medida que el agua retrocedía, docentes, personal, padres y estudiantes trabajaron con las fuerzas locales para limpiar el lodo, desinfectar y reorganizar las aulas y los salones. La limpieza se llevó a cabo en paralelo con medidas para garantizar la higiene y la seguridad, verificar la calidad del agua potable y revisar la cocina para estabilizar pronto las actividades del internado. Gracias a la intervención responsable y al apoyo oportuno de las autoridades, la escuela pudo normalizar las actividades de enseñanza y aprendizaje en poco tiempo.
De igual manera, en la Escuela Secundaria That Khe, tan pronto como la inundación retrocedió, el personal, los maestros, los padres y las fuerzas militares realizaron una limpieza general, reorganizaron las mesas y sillas, limpiaron las aulas y revisaron el sistema eléctrico y el equipo docente. Después de solo dos días, la escuela volvió a estar en orden y los estudiantes regresaron a clases en su totalidad. El Sr. Nguyen Van Trong, director de la escuela, enfatizó: «El apoyo oportuno de los padres y las fuerzas armadas ayudó a la escuela a superar rápidamente las consecuencias de la tormenta y la inundación, garantizando el programa de enseñanza».
Además de las dos escuelas mencionadas anteriormente, en otras escuelas que fueron levemente afectadas, la escuela ajustó proactivamente el horario, impartió clases de recuperación semanalmente y se centró en revisar el conocimiento interrumpido para asegurar el progreso del programa; las escuelas con daños graves organizaron temporalmente clases en salas seguras o cambiaron al aprendizaje en línea controlado; al mismo tiempo, grupos profesionales revisaron el contenido y asignaron tutores para ayudar a los estudiantes a dominar el conocimiento.
Además, las escuelas se coordinan proactivamente con las autoridades comunales para movilizar recursos sociales y proporcionar libros y útiles escolares a los estudiantes afectados por los daños. Cada solución busca acortar el tiempo de recuperación y mantener la calidad de la educación, garantizando así el plan del año escolar.
Hasta el momento, el trabajo de recuperación de las consecuencias del huracán en los centros educativos de la provincia ha finalizado. Muchos colegios no solo han limpiado y reparado, sino que también han aprovechado la oportunidad para renovar el entorno, reorganizar las aulas y el equipamiento para recibir a los estudiantes en las mejores condiciones. La mayoría de las unidades han estabilizado el orden y mantenido la enseñanza con normalidad; algunos colegios muy afectados aún están organizando la docencia, mientras continúan limpiando y reparando los elementos restantes para garantizar la seguridad y la limpieza. Al mismo tiempo, los colegios prestan atención al apoyo psicológico de los estudiantes, organizando actividades al inicio de la semana y clases de habilidades para la vida para ayudarlos a recuperar el ánimo tras el huracán. En las zonas con grandes daños, los colegios se centran en la coordinación con sindicatos y organizaciones sociales para continuar proporcionando libros, útiles escolares, ropa, medios de transporte y comidas al inicio de la semana, creando las condiciones para que los estudiantes asistan a clase con total tranquilidad y estudien.
Tras la feroz tormenta, lo que queda no es solo el esfuerzo por superar los daños, sino también la convicción y la solidaridad forjadas a través de los desafíos. Desde las dificultades, la imagen de docentes, estudiantes, padres y fuerzas sociales unidas reafirma aún más el valor humanístico de la educación. Ese ritmo de aprendizaje no solo se reaviva, sino que se vuelve más firme y claro en el camino de sembrar conocimiento y nutrir la voluntad de las generaciones futuras.
Fuente: https://baolangson.vn/chu-dong-ung-pho-thien-tai-giam-thieu-thiet-hai-5061484.html
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