Las personas de mal carácter suelen expresar su comportamiento hacia sí mismas, hacia otras personas, hacia los animales o hacia los objetos del hogar.
En algunos casos, la ira es una respuesta normal a una amenaza. En otros, puede ser un comportamiento inusual y no provocado, o una reacción a algo desagradable. La ira puede ser verbal o física, planificada y dirigida a un objetivo o impulsiva, y expresarse directa o indirectamente, abierta o encubiertamente.
Muchos estudios han demostrado que cambios químicos o estructurales anormales en el cerebro pueden jugar un papel en la causa del mal carácter; además, el medio ambiente y la genética también están estrechamente relacionados.
Los niños suelen imitar el comportamiento de los adultos, desarrollando gradualmente sus propios hábitos. Los niños que han sufrido abuso tienden a mostrar un comportamiento más irascible que los niños que son amados y tienen cuidadores cariñosos. Si ven a adultos con expresiones irascibles en sus rostros, palabras y acciones, es más probable que los imiten.
El mal genio puede tener muchos efectos negativos en ti y en quienes te rodean, como: dificultades en el trabajo, la escuela, el entorno social y las relaciones; abuso de drogas y alcohol que puede provocar sobredosis e intoxicación; mayor riesgo de lesiones; infracciones de la ley y problemas legales. El enojo pasajero puede herir a otros mediante la violencia.
Cuando te ataque la ira, respira hondo, bebe un vaso de agua fría o sal a caminar para calmarte. Claro que lo mejor es no enojarse. Aquí tienes algunas maneras de hacerlo:
Practica yoga, medita; practica el pensamiento positivo, mira los acontecimientos, fenómenos y personas desde muchos aspectos y perspectivas diferentes para hacer juicios más completos y precisos; hazte amigo de gente amable; ponte en el lugar de los demás para comprender, simpatizar y compartir con todos; limita el visionado de películas violentas; haz ejercicio regularmente; come alimentos saludables: verduras, frutas; duerme lo suficiente, limita la exposición a la luz azul como las pantallas de los teléfonos, especialmente antes de acostarte; intenta manejar bien tus emociones para que la vida sea más cómoda y significativa; mantente alejado del alcohol, drogas y estimulantes que pueden provocar pérdida de autocontrol; aprende a escuchar para mejorar las habilidades de comunicación y crear confianza de las personas que te rodean; aprende a afirmarte, expresa tus emociones con calma y directamente sin provocar hostilidad ni emotividad; consulta libros o busca ayuda de un terapeuta profesional para aprender a utilizar las habilidades de manejo de la ira.
Dr. Nguyen Duc Hoang
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