El Hospital Oncológico de Hanoi acaba de anunciar la cirugía exitosa del paciente TH, de 18 años en Tay Ho, Hanoi, que tenía un tumor nervioso en una ubicación peligrosa.
La paciente TH tenía un tumor en la nuca desde los 11 años. Cuando el tumor aún era pequeño, su madre la llevó a muchas clínicas pediátricas y oncológicas con la esperanza de extirparlo pronto. Pero en cada ocasión, tanto la madre como la hija regresaban decepcionadas porque el médico decía que la cirugía no era posible debido a que el tumor estaba en una zona peligrosa.
Un neuroma que duró casi 10 años hizo que la estudiante se sintiera inferior y viviera con miedo (fuente de la foto: Departamento de Salud de Hanoi).
Desde entonces, H. ha tenido que vivir con un tumor creciente en el cuello. Siempre lleva el cabello largo para disimularlo y evitar las miradas indiscretas. En los últimos dos años, el tumor ha crecido rápidamente, provocando inflamación en el cuello, lo que dificulta moverlo y, en ocasiones, dolor cervical similar a una descarga eléctrica.
El Dr. Dam Trong Nghia, jefe del Departamento de Cirugía de Cabeza y Cuello del hospital, dijo que H. tiene neurofibromatosis, una enfermedad rara.
El caso de H. es aún más especial porque tiene manifestaciones cutáneas y orígenes en el sistema nervioso central, lo que hace que sea fácilmente diagnosticado erróneamente.
Esta también es una cirugía difícil porque el tumor mide hasta 8 cm, tiene su origen en la médula espinal, está ubicado justo debajo de la base del cráneo, atrapado entre el hueso del cráneo y la columna vertebral, cerca de la vena yugular que irriga el lado izquierdo de la cabeza y los músculos del cuello.
El tumor está ubicado cerca de nervios importantes, por lo que los pacientes deben enfrentar posibles complicaciones como parálisis nerviosa, entumecimiento, alteraciones sensoriales y daño cerebral.
No sólo eso, lo que más preocupa al equipo quirúrgico es el riesgo de sangrado masivo por putrefacción del tejido difícil de controlar, poniendo en peligro la vida del paciente.
Después de escuchar la explicación, H. y su madre seguían decididas a someterse a la cirugía y depositaban su plena confianza en los médicos del Hospital Oncológico de Hanoi.
Antes de la cirugía, los médicos realizaron una resonancia magnética para evaluar y consultar cuidadosamente, y prepararon planes detallados de hemostasia. El cirujano tuvo que realizar cortes minuciosos, al milímetro. La cirugía se desarrolló según lo previsto: el tumor fue extirpado por completo, el paciente perdió poca sangre, por lo que se recuperó rápidamente y la incisión cicatrice rápidamente. Después de la cirugía, el paciente no presentó alteraciones sensoriales en la cabeza y el cuello, sus movimientos no se vieron afectados y se mostró especialmente satisfecho con el aspecto estético.
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