La decisión de elegir la región del Golfo para el primer viaje al exterior del segundo mandato de Trump, al igual que en su primero, no solo fortalece las alianzas estratégicas con sus aliados en Medio Oriente, sino que también ayuda a Estados Unidos a competir con el "poder blando" de China en la región.
Acuerdos de mil millones de dólares
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, inició su gira por tres naciones del Golfo el 13 de mayo en Arabia Saudita, donde él y el príncipe heredero Mohammed bin Salman anunciaron un compromiso de inversión de 600 mil millones de dólares en Estados Unidos, marcando un punto de inflexión en las relaciones bilaterales.
Los acuerdos incluyen 142.000 millones de dólares para defensa, 20.000 millones de dólares de DataVolt de Arabia Saudita para construir centros de datos de inteligencia artificial (IA) e infraestructura energética en Estados Unidos, según la Casa Blanca.
El príncipe heredero Mohammed expresó su ambición de aumentar la inversión total a 1 billón de dólares en los próximos meses.
Respecto al acuerdo con Arabia Saudita, en el ámbito de la IA, la empresa estatal Humain firmó un acuerdo para utilizar “cientos de miles” de chips avanzados del gigante tecnológico estadounidense Nvidia para construir infraestructura de IA, con 18.000 servidores de tecnología Blackwell en la primera fase. El grupo de fabricación de semiconductores AMD y Humain invierten 10 mil millones de dólares para implementar infraestructura en Arabia Saudita. Amazon también desarrollará una infraestructura de centro de datos por un valor aproximado de 5.000 millones de dólares en el país.
El presidente estadounidense Donald Trump y el príncipe heredero Mohammed bin Salman en Riad en 2017. Foto: NBC
Estos acuerdos no sólo fortalecen la posición de Estados Unidos en la industria de alta tecnología, sino que también ayudan a Arabia Saudita a acercarse a su objetivo de convertirse en un centro global de inteligencia artificial, en línea con la estrategia "Visión 2030" del país para diversificar su economía .
En defensa, el acuerdo de 142.000 millones de dólares, descrito por la Casa Blanca como “el más grande de la historia”, incluye equipamiento militar avanzado y servicios de más de una docena de empresas estadounidenses. Esto no sólo fortalece las capacidades militares de Arabia Saudita, sino que también crea empleos e impulsa la industria de defensa de Estados Unidos.
Además de los acuerdos económicos, Trump también anunció que levantaría todas las sanciones contra Siria para crear una oportunidad para que el país se reconstruya después del colapso del régimen de Assad en diciembre de 2024.
Con Irán, el Sr. Trump expresó su intención de negociar un nuevo acuerdo nuclear, pero advirtió que aplicaría “máxima presión” si Teherán rechazaba el acuerdo, incluyendo reducir a cero las exportaciones de petróleo de Irán.
También espera que Arabia Saudita normalice pronto las relaciones con Israel, aunque esta perspectiva se ve obstaculizada por la postura de Israel sobre la cuestión palestina.
Este fin de semana, el presidente estadounidense visitará los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar, dos países limítrofes con Arabia Saudita.
La estrategia de Estados Unidos en Oriente Medio ante la creciente competencia con China
Se puede ver que los acuerdos recientemente anunciados aportan beneficios significativos a Estados Unidos, desde la creación de empleos, la promoción de la tecnología y la industria de defensa hasta el fortalecimiento de la alianza estratégica con Arabia Saudita.
La administración de Donald Trump está implementando un plan multidimensional en Medio Oriente, que combina el fortalecimiento de las alianzas estratégicas, la garantía de la seguridad energética y la competencia económica con China en el contexto de la reducción de la presencia militar directa de Estados Unidos en la región.
El Sr. Trump se está centrando en grandes acuerdos económicos y en una diplomacia “pragmática”, aprovechando la fortaleza financiera de aliados del Golfo como Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar para mantener la influencia estadounidense, mantener la estabilidad en el Golfo Pérsico (la región que suministra la mayor parte del petróleo del mundo), garantizando así la seguridad energética mundial.
Al mismo tiempo, los acuerdos de inteligencia artificial y tecnología con Arabia Saudita reflejan una estrategia estadounidense para mantener el liderazgo en las industrias del futuro. Al atraer inversiones de los gigantescos fondos soberanos del Golfo (que suman más de 3 billones de dólares), Estados Unidos no sólo asegura capital sino que también impide que esos países trasladen su cooperación tecnológica a China.
En los últimos años, China ha utilizado su Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) para expandir su influencia en Medio Oriente a través del “poder blando”. En 2024, Beijing invirtió 39.000 millones de dólares en proyectos de energía e infraestructura en la región y jugó un papel mediador en las conversaciones de reconciliación... China también aumentó las compras de petróleo a Arabia Saudita, convirtiéndose en el mayor socio comercial del reino.
Es claro que la competencia entre Estados Unidos y China en Medio Oriente está mostrando señales de trasladarse fuertemente al terreno económico.
El anuncio de Trump de levantar las sanciones a Siria y negociar con Irán muestra que Estados Unidos, junto con aliados como Arabia Saudita, está desempeñando un papel más importante en los asuntos regionales.
Sin embargo, la estrategia estadounidense no está exenta de riesgos. La inversión masiva de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos podría resultar difícil de concretar si los precios del petróleo caen y aumentan las presiones financieras internas. Sin avances en cuestiones como el acuerdo nuclear con Irán o la normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel, Estados Unidos podría perder parte de su influencia sobre China.
Se puede ver que al fortalecer las alianzas, garantizar la seguridad energética y liderar industrias futuras como la IA, Estados Unidos está pasando a la competencia económica y la geopolítica blanda en Medio Oriente para mantener la influencia en el contexto de la competencia con China.
Sin embargo, el éxito de esta estrategia depende de la capacidad de cumplir los compromisos de inversión y gestionar los conflictos regionales, en una región plagada de inestabilidad y competencia por el poder.
¿Qué es lo que más preocupa a Donald Trump cuando se muestra duro con Europa? El presidente Donald Trump criticó repentinamente a la Unión Europea (UE) como "peor que China" después de alcanzar un acuerdo de reducción de impuestos con Pekín. Sin embargo, el fuerte ascenso de China supone un gran desafío tanto para Estados Unidos como para la UE.
Fuente: https://vietnamnet.vn/nuoc-co-trung-dong-cua-ong-trump-giua-cuoc-dua-my-trung-quoc-2401142.html
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