(Dan Tri) - La orina espumosa no siempre es motivo de preocupación, pero puede ser un signo de enfermedades peligrosas sobre las que el cuerpo está tratando de advertirle.
En la vida cotidiana, muchas personas suelen ignorar las señales inusuales que presenta el cuerpo.
Uno de ellos es la orina espumosa. Este fenómeno aparentemente inofensivo puede ser una señal de alerta temprana de problemas en los órganos internos, especialmente en los riñones.
Estudios médicos recientes han demostrado que la orina espumosa persistente no solo refleja una afección de salud temporal, sino que también puede estar relacionada con enfermedades peligrosas como insuficiencia renal, diabetes o incluso hipertensión arterial.
Orina espumosa: ¿Cuándo es normal?

La orina espumosa puede reflejar muchos problemas de salud (Foto: Getty).
Antes de preocuparse, es importante entender que la orina espumosa no siempre es un signo de enfermedad. Existen causas completamente benignas como:
- Chorro de orina fuerte: Al orinar demasiado rápido, el chorro de orina choca con fuerza contra la superficie del agua, provocando espuma.
- Deshidratación: Cuando el cuerpo carece de agua, la orina se vuelve más concentrada y forma espuma fácilmente al ser excretada.
- Detergentes: Algunos productos químicos o jabones del inodoro pueden reaccionar con la orina, provocando la aparición de más espuma.
Si la espuma desaparece en pocos minutos o no vuelve a aparecer, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si la orina presenta espuma constantemente y se acompaña de síntomas inusuales como dolor, fatiga o hinchazón, podría ser una señal de alerta del organismo.
Signos de enfermedad grave
Numerosos estudios científicos demuestran que la orina espumosa prolongada está relacionada con una serie de enfermedades peligrosas, especialmente enfermedades renales y metabólicas.
Síndrome nefrótico

La orina espumosa puede ser un signo de daño renal (Foto: Getty).
La orina espumosa es un signo clásico de proteinuria, lo que significa que hay demasiada proteína en la orina. Este es un síntoma común en personas con síndrome nefrótico. Los riñones están dañados y ya no pueden filtrar la sangre eficazmente.
Un estudio de la Universidad Johns Hopkins demuestra que la proteinuria es un síntoma precoz de muchas enfermedades renales, de las cuales el síndrome nefrótico representa hasta el 70 % de los casos. Si no se trata a tiempo, esta afección puede derivar en insuficiencia renal crónica.
Diabetes
Las personas con diabetes, especialmente aquellas que no controlan bien su glucemia, corren el riesgo de sufrir daño renal. Cuando la glucemia es alta, los riñones trabajan en exceso, lo que provoca la pérdida de proteínas en la orina y, por consiguiente, una orina espumosa.
Según una investigación publicada en la revista Diabetes Care, entre el 30 y el 40 % de los pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2 desarrollan nefropatía diabética, y la proteinuria es un signo temprano de este daño.
Hipertensión
La hipertensión arterial prolongada no solo afecta al sistema cardiovascular, sino que también daña los pequeños vasos sanguíneos de los riñones. Cuando esto ocurre, la función de filtración renal disminuye, lo que provoca proteinuria y orina espumosa.
Un informe publicado en la revista Journal of Hypertension reveló que las personas con presión arterial alta no controlada tienen tres veces más probabilidades de desarrollar enfermedad renal crónica que aquellas con presión arterial normal.
Infección del tracto urinario (ITU)
La orina espumosa puede deberse a infecciones del tracto urinario, sobre todo cuando las bacterias invaden y dañan la mucosa de la vejiga o la uretra. Además de la espuma, el paciente suele sentir dolor al orinar y la orina tiene mal olor o está turbia.
Disfunción hepática
El hígado desempeña un papel importante en la producción de proteínas y el equilibrio de líquidos en el cuerpo. Cuando el hígado se daña debido a hepatitis, cirrosis o cáncer de hígado, la orina también puede presentar una apariencia espumosa debido a cambios en los niveles de proteínas.
Cuida la salud de tus riñones con hábitos diarios
- Beba suficiente agua: El agua ayuda a que los riñones funcionen eficazmente, previene la deshidratación y reduce el riesgo de espuma en la orina.
- Alimentación saludable: Limite el consumo de sal, azúcar y proteínas animales, especialmente en personas con alto riesgo de enfermedad renal o diabetes.
- Chequeos médicos regulares: Especialmente si tiene antecedentes familiares de enfermedad renal, diabetes o presión arterial alta.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/nuoc-tieu-nhieu-bot-canh-giac-5-benh-nguy-hiem-20201207172343509.htm






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