Según VNA, el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, declaró que Moscú no negociará con Ucrania después del ataque de Kiev a la región de Kursk, hasta que el enemigo sea derrotado completamente.
“Se acabó la palabrería vacía de una paz maravillosa por parte de intermediarios no autorizados. Ahora todos entienden, aunque nadie lo diga, que no habrá más negociaciones hasta que el enemigo sea derrotado por completo”, declaró Medvedev en una publicación de Telegram el 21 de agosto, citada por la agencia de noticias TASS.
En su opinión, el riesgo, aunque teórico, de que Rusia se vea atrapada en las negociaciones en algún momento se ha hecho evidente. El Sr. Medvedev se refería a las apresuradas e innecesarias conversaciones de paz propuestas por la comunidad internacional e impuestas a Kiev. El subjefe del Consejo de Seguridad ruso también cuestionó las perspectivas de estas negociaciones o los resultados que podrían obtener.
El 20 de agosto, el ejército ruso dijo que había detenido los ataques ucranianos a los asentamientos en la provincia de Kursk y había tomado el control de lo que describió como el centro logístico estratégico de Nueva York en el este de Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso declaró que las operaciones de reconocimiento y búsqueda continuaron para identificar y destruir lo que Moscú denominó "grupos de sabotaje" que intentaban penetrar profundamente en territorio ruso. Además, aviones de guerra rusos también atacaron zonas donde se concentraba personal y equipo ucranianos en el lado ucraniano de la frontera.
Mientras tanto, ese mismo día, en declaraciones a la televisión nacional, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksandr Syrskyi, declaró que el ejército ucraniano había avanzado entre 28 y 35 kilómetros hacia la provincia rusa de Kursk. Sin embargo, ese mismo día, el presidente Volodymyr Zelensky admitió la "difícil" situación en el frente oriental de Ucrania, cerca del centro logístico estratégico de Pokrovsk y también cerca de la región de Toretsk.
Ucrania lanzó una ofensiva en la provincia rusa de Kursk el 6 de agosto. El presidente Zelenski afirmó que la operación militar tenía como objetivo establecer una zona de contención para proteger el territorio ucraniano. Sin embargo, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió que respondería adecuadamente al ataque ucraniano en la frontera rusa y declaró que no habría conversaciones de paz tras las nuevas medidas de Kiev.
Según VNA
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