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A pesar de no generar aún beneficios, OpenAI sigue estando valorada en más de 500.000 millones de dólares. Foto: Bloomberg . |
De ser un laboratorio sin ánimo de lucro, OpenAI se ha convertido en un pilar de la economía estadounidense. Aunque aún no es rentable, con ingresos que representan solo el 2% de los de Amazon, la empresa dirigida por Sam Altman está valorada en más de 500 mil millones de dólares y desempeña un papel clave en la carrera global por la inteligencia artificial.
OpenAI se está convirtiendo en una fuerza que las finanzas y la tecnología han tenido dificultades para comprender. Aunque todavía es una startup, este gigante de la IA ejerce una profunda influencia en las principales corporaciones tecnológicas, el sistema financiero e incluso la política económica estadounidense. Algunos expertos advierten que, con su intrincada red de inversiones y acuerdos, OpenAI podría haberse vuelto «demasiado grande para quebrar», un término que en su momento se asoció con los bancos durante la crisis de 2008.
Demasiado grande para fracasar
OpenAI se fundó en 2015 con la misión de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de la humanidad. Pero en tan solo unos años, la empresa se ha transformado en un modelo orientado a las ganancias para captar capital privado, firmando una serie de acuerdos con gigantes como Microsoft, Nvidia y Oracle.
Microsoft ahora posee cerca del 27% de las acciones, y el fabricante de chips Nvidia anunció una inversión de 100 mil millones de dólares en OpenAI. A medida que el valor de estas acciones se ha disparado, el mercado depende cada vez más del impulso de OpenAI.
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La influencia de OpenAI tiene implicaciones de gran alcance en áreas más allá de la IA. Foto: Bloomberg . |
Los analistas afirman que esta conexión incrementa el riesgo sistémico. Las lecciones de la crisis financiera de 2008 demuestran que no solo las grandes empresas provocan colapsos en cadena, sino también aquellas profundamente integradas en toda la red económica. OpenAI, con su ambición de controlar la infraestructura informática y liderar la industria de la IA, se sitúa en el centro de dicha red.
Altman ha afirmado que cree que la Inteligencia Artificial General (IAG) ayudará a la humanidad a resolver grandes problemas como el cáncer y el cambio climático. Es esta visión la que convierte a OpenAI en un símbolo de confianza en la tecnología estadounidense en un contexto de estancamiento económico y una deuda nacional que supera los 30 billones de dólares .
El gobierno estadounidense también considera la IA una prioridad estratégica. En el contexto de la intensa competencia con China, Washington ve a OpenAI como un referente nacional en los ámbitos de la defensa y la seguridad económica. Según los analistas, esto le facilita a la empresa el acceso a paquetes de inversión, infraestructura informática y políticas de apoyo especiales.
Sin embargo, el rápido crecimiento de OpenAI también ha generado inquietudes políticas y sociales. El senador Bernie Sanders pidió recientemente la disolución de la empresa, afirmando que su influencia y el chatbot ChatGPT «son como un meteorito que impacta contra el planeta». Esta advertencia surge en un momento en que se prevé que OpenAI genere solo unos 13 mil millones de dólares en ingresos este año, una cifra modesta en comparación con la influencia que ostenta la compañía.
influencia de gran alcance
Tras un periodo de reestructuración, OpenAI simplificó recientemente su modelo operativo, allanando el camino para la posibilidad de captar más capital privado e incluso salir a bolsa. El presidente Bret Taylor describió la medida como un paso adelante para que la empresa sirva a los intereses de toda la humanidad. Mientras tanto, los inversores creen que OpenAI podría convertirse en la primera empresa en alcanzar una salida a bolsa de un billón de dólares, un récord sin precedentes para una compañía que aún no ha obtenido beneficios.
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El director ejecutivo Sam Altman afirma que OpenAI está apenas en la línea de salida. Foto: Bloomberg . |
Sin embargo, algunos expertos comparan la actual ola de inversiones en IA con la burbuja de las puntocom o incluso con la fiebre de los tulipanes, argumentando que detrás del entusiasmo tecnológico se esconden complejos acuerdos financieros que podrían sacudir el sistema si las expectativas colapsan.
Altman sigue creyendo que el futuro pertenece a la IA y que OpenAI apenas está comenzando. Pero la creciente dependencia de la empresa en los gigantes tecnológicos hace que la pregunta de qué sucedería si OpenAI fracasara ya no sea hipotética.
Con su actual expansión e influencia, OpenAI ya no es solo una empresa emergente, sino que se ha convertido en un eslabón fundamental de la economía estadounidense. La creciente dependencia de las corporaciones tecnológicas, los inversores e incluso los gobiernos en OpenAI está convirtiendo a esta compañía en un factor que puede moldear el futuro económico y tecnológico global.
Fuente: https://znews.vn/openai-kho-sup-do-post1599503.html









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