La faringitis estreptocócica es causada únicamente por la bacteria estreptococo A, mientras que la amigdalitis puede ser causada por esta bacteria o por otras bacterias y virus.
La amigdalitis y la faringitis estreptocócica son afecciones comunes que causan dolor de garganta y a menudo se confunden. Se diferencian en sus causas, síntomas, tratamientos y complicaciones. A continuación, te explicamos cómo distinguirlas.
Razón
La principal diferencia entre la amigdalitis y la faringitis estreptocócica radica en la causa. Ambas afecciones son provocadas por infecciones en la garganta y los tejidos circundantes, pero las infecciones son distintas.
La amigdalitis suele estar causada por un virus. Sin embargo, también puede ser causada por una infección bacteriana, como la que provoca la faringitis estreptocócica, causada por el estreptococo del grupo A (estreptococo A). Los virus y bacterias más comunes que causan amigdalitis incluyen: estreptococo A, adenovirus, virus del herpes, sarampión, citomegalovirus y virus de Epstein-Barr. La amigdalitis no es contagiosa, pero las personas que la padecen pueden transmitir los gérmenes que la causan.
La faringitis estreptocócica es causada exclusivamente por la bacteria estreptococo A. Esta bacteria también es responsable de infecciones como el impétigo, la fiebre reumática, la fascitis necrosante, la celulitis y otras. Se transmite a través de las secreciones respiratorias o las lesiones cutáneas infectadas. Tras la exposición a la bacteria estreptococo, los síntomas se desarrollan entre 3 y 5 días después.
La faringitis estreptocócica es más común en niños que en adultos. Foto: Freepik
Síntoma
Los síntomas de la amigdalitis y la faringitis estreptocócica son muy similares. Ambas causan dolor de garganta, fiebre, dificultad para tragar e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello. Sin embargo, la amigdalitis puede causar una capa blanca o amarillenta (moco, pus) en las amígdalas y mal aliento. Por otro lado, la faringitis estreptocócica suele causar pequeñas manchas rojas llamadas petequias en el paladar (faringitis) y un dolor de garganta que aparece con mayor rapidez.
La amigdalitis causada por una infección viral común puede ir acompañada de otros síntomas como tos, congestión nasal y secreción nasal. Otros síntomas de la faringitis estreptocócica, como dolor de cabeza, náuseas, vómitos y dolor de estómago, son más frecuentes en niños.
Tratamiento
El tratamiento de la amigdalitis depende de si es bacteriana o viral, la gravedad de la afección, su duración y las necesidades del paciente. La amigdalitis bacteriana se trata con antibióticos. Si es viral, no existe un tratamiento específico más allá de controlar los síntomas. El reposo, beber mucho líquido, hacer gárgaras con agua salada, usar un humidificador y tomar medicamentos de venta libre pueden ayudar a aliviar síntomas como el dolor, la fatiga y la tos.
El tratamiento principal para la faringitis estreptocócica son los antibióticos. Estos hacen efecto en 1 o 2 días. Si los síntomas no mejoran en 48 horas tras comenzar el tratamiento, debe consultar con su médico. Debe tomar los antibióticos según la prescripción médica; si los interrumpe antes de tiempo, la infección puede reaparecer.
Entre los remedios caseros para controlar los síntomas de esta enfermedad se incluyen: descansar o dormir más, beber muchos líquidos, tomar analgésicos de venta libre, chupar caramelos (pastillas para la garganta), hacer gárgaras con agua salada...
La faringitis estreptocócica no tratada o tratada de forma inadecuada puede provocar complicaciones como abscesos, otitis, sinusitis y glomerulonefritis postestreptocócica. Una complicación grave de la enfermedad es la fiebre reumática, que puede afectar al corazón, el cerebro, la piel y las articulaciones.
Prevenir
Algunas formas de prevenir la amigdalitis incluyen evitar el contacto con personas enfermas; lavarse las manos con frecuencia; y no compartir alimentos, cepillos de dientes, utensilios ni bebidas.
Para prevenir la faringitis estreptocócica, evite el contacto con la persona enferma hasta que haya tomado antibióticos durante 24-48 horas. Evite el contacto con sus secreciones (en pañuelos, toallas, ropa, etc.) y no comparta utensilios como cepillos de dientes, toallas, vasos, etc. Deseche los cepillos de dientes después de 2-3 días de la infección para prevenir una reinfección.
Gato Mai (Según Very Well Health )
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