Los siete planetas TRAPPIST-1 han estado durante mucho tiempo en el centro de un debate de larga data, con científicos preocupados de que ciertos factores de la estrella madre y dentro de los propios planetas podrían obstaculizar su habitabilidad.
Una investigación publicada recientemente en la prestigiosa revista científica Nature, dirigida por el astrónomo Franck Selsis de la Universidad de Burdeos (Francia), ha traído una gran noticia.
Siete "tierras prometidas" para la vida alrededor de la estrella TRAPPIST-1. (Foto: NASA)
TRAPPIST-1 es una estrella enana roja, mucho más pequeña y fría que el Sol, situada a sólo 40 años luz de distancia. Sus siete planetas, de distintos tamaños y formas, comparten algunas características similares a las de la Tierra que los hacen adecuados para albergar vida.
Lo que más interesa a los científicos es que es probable que los siete planetas alberguen agua líquida en sus superficies o interiores.
Sin embargo, existen obstáculos. La rareza de algunos de estos "planetas oceánicos" ha preocupado a algunos científicos, quienes temen que tener demasiada agua en comparación con la Tierra pueda perjudicar la vida.
La mayor preocupación sigue siendo la estrella madre: una enana roja fría pero muy radiante, con poderosos vientos estelares que podrían provocar que el agua de su atmósfera se evapore en el espacio y la convierta en un clon de Venus en lugar de la Tierra.
Pero el Dr. Selsis dijo que las enanas rojas como TRAPPIST-1 disminuirían en brillo con el tiempo.
El modelo que él y sus colegas desarrollaron sugiere que el joven TRAPPIST-1 efectivamente creó inicialmente condiciones "infernales" para sus siete planetas, pero como enano rojo no habría sido lo suficientemente caliente como para derretir las cortezas y los mantos de estos planetas de magma.
Esto significa que todavía existe bastante agua en la roca. Es decir, el hecho de que la mayoría de estos planetas tengan más agua que la Tierra es una ventaja no intencionada.
En los años posteriores al enfriamiento de la estrella madre, podrían haberse formado océanos de agua líquida, que ahora podrían albergar vida abundante.
Según Space, este descubrimiento no sólo aumenta la confianza en las 7 "tierras prometidas" que han sido de interés para los astrónomos en los últimos tiempos, sino que también aumenta la gran oportunidad para que los humanos demuestren que no están solos en la Vía Láctea.
Porque las enanas rojas como TRAPPIST-1 son el tipo de estrella más común en la Vía Láctea, la galaxia que contiene nuestra Tierra.
(Fuente: Periódico Lao Dong)
Útil
Emoción
Creativo
Único
Ira
[anuncio_2]
Fuente
Kommentar (0)